Madrid, España – El rápido avance del sector Fintech en España choca de frente con un gran obstáculo: la regulación. Durante la segunda edición del Open House de AP Institute en la Universidad Nebrija, expertos debatieron sobre los retos normativos que lastran a estas empresas, a pesar de su explosivo crecimiento económico.
En la mesa redonda ‘Asuntos Públicos y Tecnología Financiera’, los ponentes coincidieron en que es crucial crear un marco legal que se ajuste a las necesidades específicas de la industria. Ángela Aso Ferrer, de la Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI), explicó que el sector requiere una regulación diferente a la de la banca tradicional.
“Al ser nuevos jugadores, los organismos públicos tienen que entender que nuestras necesidades son otras, que nuestra operativa es otra”, afirmó Aso Ferrer, defendiendo el principio de proporcionalidad para evitar que la normativa asfixie a las nuevas empresas.
El dinamismo del sector Fintech es innegable. Entre 2018 y 2023, el número de entidades aumentó un 50%, y el empleo creció un 85%. Sin embargo, la falta de una regulación ágil y adaptada está afectando su competitividad a nivel europeo, según el nuevo Libro Blanco de FinTech 2.0 de AEFI.
Esteban González Guitart, director de AP Institute, enfatizó que la regulación debería ser un “catalizador, no un freno”. Subrayó la necesidad de que España agilice la transposición de las directivas europeas para no quedarse atrás.
En este contexto, el papel de los “asuntos públicos” —la comunicación entre empresas e instituciones— se presenta como una herramienta fundamental para construir un entorno de confianza.
Los expertos concluyeron que para que el sector Fintech prospere, es indispensable abordar la adaptación a las exigencias normativas, la llegada de actores internacionales y la innovación tecnológica, garantizando un marco legal que fomente la competencia justa y la estabilidad.
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