Con motivo de la Semana Internacional de Concienciación de las Valvulopatías (15-21 septiembre), la Asociación Española de Portadores de Válvulas Cardíacas, Anticoagulados y Adultos con Cardiopatías Congénitas (AEPOVAC) ha presentado los resultados de su Estudio Nacional sobre el Conocimiento y Sensibilización de las Valvulopatías, elaborado a partir de encuestas realizadas a personas mayores de 60 años en toda España.
El informe revela una desinformación generalizada sobre esta patología, además de otros datos relevantes relacionados con enfermedades cardiovasculares, y así, solo el 38% de personas de más de 60 años sitúa a las afecciones del corazón como la principal causa de muerte en España por delante del cáncer o accidentes de tráfico.
Frente al desconocimiento, necesidad de sensibilización
1 de cada 3 personas mayores de 60 años (30%) nunca ha oído hablar de las valvulopatías, a pesar de que son enfermedades potencialmente graves si no se detectan a tiempo. Aunque el 68% identifica correctamente que afectan al funcionamiento de las válvulas del corazón, casi la mitad no sabe cuántas válvulas tiene el corazón o lo confunde (48%). Solo el 52% responde correctamente: cuatro.
Por otra parte, la inmensa mayoría de encuestados relacionan correctamente los síntomas que alertan de un problema en las válvulas cardíacas, identificando la fatiga, el dolor torácico, dificultad respiratoria y mareos o desmayos como las señales principales. Sin embargo, un 74% desconoce que los síntomas pueden diferir entre hombres y mujeres.
Además, el 96% de las personas mayores de 60 años considera que no existe suficiente información disponible sobre esta enfermedad. Cuando buscan datos, la mayoría prefiere hacerlo a través de profesionales médicos, ya sea el cardiólogo o el médico de cabecera, lo que refuerza la necesidad de una mejor comunicación y accesibilidad a la información por parte del sistema sanitario.
Detección precoz: un reto pendiente
Aunque la escucha con fonendoscopio es la herramienta más sencilla y rápida para detectar las valvulopatías, de las personas encuestadas, un 20% ha indicado que desconoce cuál es la vía de detección temprana de la enfermedad. Por otra parte, el 63% declara que solo le auscultan de forma puntual, y un 5% dice que nunca ha sido auscultado. Entre las mujeres, esta cifra asciende al 8%.
En cuanto al uso del fonendoscopio digital, no está implantado en la misma manera que el tradicional. Únicamente el 6 % recuerda que el profesional médico haya utilizado uno. Mención especial merece el colesterol, sustancia de la que la mayoría ha oído hablar, identificando que existe el bueno y el malo, pero cerca de un 45% (43%) no conoce la diferencia entre ambos.
Y tras el diagnóstico
La probabilidad de diagnosticar una valvulopatía aumenta con la edad, y es mayor en los hombres encuestados (alcanza el 9%). Las personas a las que les diagnosticaron la enfermedad señalaron sentir diversas emociones: al 32% le aportó tranquilidad hablar con el médico, el 15% se asustó bastante, y el 14% sintió alivio al tener un diagnóstico final.
A la hora de buscar información, 6 de cada 10 prefieren acudir a profesionales médicos, bien al cardiólogo o bien al médico de cabecera. Además, el 96% de las personas mayores de 60 años considera que no existe suficiente información disponible sobre esta patología.
En palabras de Cecilia Salvador, Presidenta de AEPOVAC: “Con este informe sobre las valvulopatías hemos querido conocer de primera mano cuánto se conoce de esta enfermedad, y los resultados nos llevan a concluir que es necesario seguir implementando campañas de concienciación para pasar cuanto antes a la llamada a la acción”.
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