Si hace una semana ABC publicó un artículo clamando contra la manipulación de RTVE bajo el titular Un día entero delante de los mensajes de TVE, recientemente hacía lo propio con otro que no deja lugar a dudas y, si cabe, es aún crítico.
“Lo llaman TelePedro: el tono extremo de la nueva RTVE“, reza el titular de ABC, donde se desgranan los últimos movimientos de la corporación pública en lo que a la conformación de su parrilla se refiere.
Parece que la cabecera de Vocento la ha tomado con RTVE coincidiendo con las críticas que desde la oposición se hace a la gestión de José Pablo López. El presidente del ente ha convertido la televisión pública en una suerte de altavoz de la Moncloa, como señala ABC en su artículo.
“Malas lenguas o Directo al grano son algunos de los formatos que empiezan a apostar por un perfil de tertuliano joven, procedente en muchos casos de las redes sociales, más combativo que analítico, que sustituye la serenidad por la efervescencia, la reflexión por la consigna y el debate por una suerte de performance ideológica”, asegura el diario dirigido por Julian Quirós.
Son, precisamente estos programas, dos de las grandes apuestas de un José Pablo López que, si bien ha incrementado la audiencia de La 1, también ha socavado la imparcialidad y el rigor periodístico que se le presupone a un medio de comunicación público.
Pero las críticas de ABC no se quedan en la superficialidad que representa la ausencia de pluralidad -no entre los colaboradores o tertulianos, pero sí entre sus presentadores-, si no que pone el foco en la deriva adoptada por López, externalizando la producción sin pudor alguno.
En PRNoticias lo hemos contado en varias ocasiones: productoras como Mediapro tienen en RTVE a su principal cliente. El ente, a golpe de talonario, cede la producción de sus programas a empresas externas que, casi siempre, son de la misma “cuerda” que los que hoy ocupan la dirección de la corporación.
“RTVE ha apostado por un modelo de televisión muy ideologizado, pero llevándolo incluso al entretenimiento. Los telediarios, por supuesto, suelen ser muy tendenciosos siendo televisión española, y van a tender a hacer apología de lo que hace el Gobierno. Pero en el entretenimiento no debería. Están sustituyendo el rigor por otro tipo de programación. El rigor informativo, el prestigio, la credibilidad… no creo que sea un objetivo de la televisión española ahora mismo”, resume un trabajador de RTVE a ABC.
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