En la Tierra a martes, diciembre 2, 2025

UN RECIENTE ESTUDIO DE LA CÁTEDRA FUNDACIÓN AFFINITY ANIMALES Y SALUD DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA (UAB)

El contacto con perros y gatos ayuda a sobrellevar el dolor en pacientes crónicos

MÁS QUE CARIÑO: MAYOR AUTOEFICACIA Y MENOS ESTRÉS

Este hallazgo forma parte de una revisión sistemática realizada por la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que analiza los beneficios de convivir con animales de compañía sobre la salud y la calidad de vida

En vísperas del Día Mundial del Dolor (17 de octubre), la ciencia ha confirmado lo que millones de dueños de mascotas ya sabían: los perros y gatos son mucho más que compañía. Un reciente estudio de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) concluye que la presencia de animales de compañía es un poderoso aliado terapéutico para pacientes que sufren dolores crónicos.

La investigación, presentada en el congreso Canine Science Forum 2025 en Hamburgo, destaca que las mascotas no solo ofrecen apoyo emocional, sino que actúan directamente sobre la psicología del dolor.

La clave del beneficio reside en que los animales logran mejorar las habilidades de afrontamiento del paciente. El director de la Cátedra, el Dr. Jaume Fatjó, explica que el dolor es una experiencia compleja donde las emociones juegan un papel crucial. “El dolor no es solo un problema físico… La interacción [con un animal] favorece la relajación, la distracción, la actividad física y el contacto social”, señala el Dr. Fatjó.

Los efectos terapéuticos más importantes son:

  1. Aumento de la autoeficacia: El paciente mejora su percepción de que puede manejar su dolor y sus consecuencias de forma eficiente, incluso si no puede eliminarlo por completo.
  2. Fomento de la actividad: La convivencia con la mascota promueve un estilo de vida más activo, un factor fundamental en el manejo del dolor crónico.
  3. Relajación y distracción: El vínculo incondicional ayuda a que el paciente desvíe el foco atencional del malestar, un mecanismo clave para luchar contra el dolor persistente.

Además, estudios como el de la Universidad Humboldt de Berlín refuerzan que cuidar de un animal genera un sentimiento de utilidad que es emocionalmente positivo para las personas mayores que viven con enfermedades crónicas. La conclusión es clara: la compañía animal se consolida como una terapia complementaria vital para lograr que el dolor crónico sea una carga más llevadera.

Seguiremos Informando…

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