Sandra Fernández, la peculiar directora de comunicación de Mediaset, sigue a lo suyo. La arremetida de Carlota Corredera, paniguada empleada de La Osa (antes, La Fábrica de la Tele) reubicada en La 1 de TVE y en el Ten del modelo de Emidio Tucci, Raúl Berdonés (Grupo Secuoya), asegurando sin prueba alguna que altos directivos achacan la crisis de Mediaset a que “el Gobierno ha comprado Kantar”, responsable de la medición de audiencia de televisión, ha puesto en la picota -por su inoperancia- a Fernández.
No brilla algo nuevo bajo el Sol, pero en el grupo se escuchan críticas al trabajo (escaso) de la ‘dircom’, que se ha dejado comer la tostada por Corredera, lo que ya es preocupante. Y es que un operativo de la sociedad Cornejo-Madrid ha conseguido hacer un roto con un bulo a Mediaset sin que la máxima responsable de comunicación haya sabido por dónde le soplaba el aire.
Lo que sí es cierto es que en los últimos tiempos directivos de Mediaset han expresado su sorpresa -como poco- con que haya una campaña contra el grupo que algunos achacan a exempleados con cierta influencia en medios muy sesgados sin que el departamento de comunicación sea capaz de frenarla o, al menos, de poner coto a la misma.
En Mediaset sí saben que hay odio y rencor por parte de quienes acapararon la parrilla y los despachos del grupo y fueron expulsados después de sus fracasos (basta con volver a computar las cifras de sus programas ‘estrella’, que terminaron estrellados).
Un grupo claramente identificado, con ramificaciones en TVE y en Ten (y, en menor medida, en productoras agraciadas por estos canales), que utiliza sus contactos personales y profesionales para, según fuentes de Mediaset, “soltar mierda” contra el grupo aprovechando su crisis de audiencia.
No deja de ser llamativo el hecho de que la arremetida de Corredera se produjese desde Ten, del susodicho Berdonés, que se encargó de recoger al entramado de La Fábrica de la Tele para ejercer como incubadora antes de su desembarco en TVE de la mano de José Pablo López.
Y es que Berdonés, como todo el mundo sabe en el sector, debe mucho a los populares (que hablen por Murcia, qué hermosa eres). Tanto como a Netflix, por mucho que también haya querido ‘pelotear’ al Ejecutivo sanchista, comiéndose un saci con el documental a mayor gloria de Pedro Sánchez que, quién sabe, igual emite la próxima Séptima del incomensurable José Miguel Contreras, hacedor de estrategias, programas y dircoms varios.
Pero el quid de la cuestión de todo esto reside en que en Mediaset hay quienes están hasta las narices de tener la sensación de que Sandra Fernández hace nada y menos ante toda esta situación. Tampoco es que su antecesora, la pedante Mirta Drago, fuera un as de la comunicación. Pero es que el sustitutivo tampoco ha sido la purga benito.
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