Un estudio reciente de Surfshark muestra que las pérdidas reportadas relacionadas con deepfakes han superado los 1.300 millones de euros. Solo en 2025, los estafadores han robado más de 860 millones de euros, un aumento de 500 millones de euros en comparación con 2024.
Producir un video deepfake de un minuto costaba anteriormente entre 257 y 17.000 euros, dependiendo de la calidad del video. Hoy, con las herramientas de IA ampliamente disponibles, ese mismo minuto se puede generar por solo unos pocos euros, lo que hace que las estafas sean más baratas de ejecutar y más fáciles de escalar.
El estudio utilizó datos de la Base de Datos de Incidentes de IA y Resemble.AI para crear un conjunto de datos combinado que cubre incidentes de deepfakes desde 2017 hasta septiembre de 2025. Se incluyeron los incidentes que involucraron la generación de videos, imágenes o audio falsos y que fueron cubiertos por artículos de los medios. Para los incidentes de deepfakes relacionados con el fraude donde se informó claramente una pérdida financiera en el artículo, cada caso se clasificó además en una de las 12 subcategorías de fraude específicas.
Nuevas formas de fraude
El resultado es que han surgido nuevas formas de fraude. Algunos estafadores están creando imágenes generadas por IA de mascotas perdidas para engañar a los dueños preocupados para que realicen pequeños pagos, a menudo tan solo 43 euros, bajo la falsa promesa de que sus animales desaparecidos han sido encontrados. Este esquema emergente destaca cómo la caída en picado del costo y la creciente disponibilidad de herramientas de generación de imágenes y videos de IA están impulsando un aumento en el fraude de deepfakes.
“A medida que el costo de fabricar imágenes y videos sorprendentemente precisos se reduce a casi cero, los estafadores están industrializando el engaño. La estafa de la mascota perdida es un claro ejemplo: utiliza la tristeza o la esperanza por pequeñas cantidades de euros, lo que hace que las víctimas sospechen menos o sean menos propensas a litigar y permite a los delincuentes escalar rápidamente”, dice Miguel Fornes, Gerente de Seguridad de la Información en Surfshark.
Según Fornes, si bien los esquemas novedosos como los deepfakes de “mascotas perdidas” están creciendo, siguen siendo pequeños en comparación con las estafas más lucrativas habilitadas por deepfakes. Las estafas de inversión continúan dominando, con suplantaciones de identidad deepfake y credenciales fabricadas que causan pérdidas corporativas sustanciales. Los deepfakes también se han utilizado durante las entrevistas de trabajo, lo que permite a los estafadores eludir las verificaciones de identidad e infiltrarse en las organizaciones. Uno de esos casos involucró a una empresa de ciberseguridad que, sin saberlo, contrató a un hacker norcoreano que falsificó con éxito su entrevista, identificaciones y verificaciones de antecedentes.
Cómo protegerse
Miguel Fornes insiste que las personas y organizaciones deben mantenerse vigilantes: utilice una ciberseguridad sólida, verificación de identidad y capacitación del personal para detectar y detener el fraude impulsado por deepfakes. A medida que la IA mejora, muchas señales visuales antiguas se están desvaneciendo, por lo que la mejor defensa es el pensamiento escéptico.
Su consejo experto es tratar todas las solicitudes inesperadas, especialmente sobre dinero o datos confidenciales, como potencialmente sospechosas. Recomienza verificar a través de canales confiables antes de actuar sobre las solicitudes (vuelva a llamar usando números conocidos), así como el contexto y el audio: sonido “demasiado limpio”, ligera desviación de la sincronización labial o ruido de fondo que no coincide. También recomienda observar los microdetalles (manos/dedos extraños, ojos inquietantes, movimiento brusco), y no confiar solo en las imágenes.
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