Recientemente, la consultora de Asuntos Públicos Estrategos designó a David Alcobendas como nuevo director general adjunto, un paso que refuerza la estructura directiva de la firma en plena etapa de expansión. Con una trayectoria consolidada en el ámbito institucional y de comunicación estratégica, Alcobendas asume el reto de acompañar el crecimiento de Estrategos en tres áreas clave: Defensa, Tecnología y Salud, sectores donde la compañía se ha posicionado como un referente en asesoramiento y relaciones públicas de alto nivel.
En un escenario marcado por la transformación digital, la redefinición de la seguridad global y la presión por reforzar la resiliencia del sistema sanitario, España encara desafíos decisivos de cara a 2026. En este contexto, PRNoticias conversa con David Alcobendas para conocer cómo interpreta este momento de cambio, cuáles serán las claves de su estrategia y cómo acompañará a empresas e instituciones en un entorno cada vez más complejo y exigente.
¿Qué papel debería jugar España en materia de defensa ante el nuevo contexto geopolítico?
La autonomía estratégica es más necesaria que nunca. España tiene la oportunidad de consolidarse como un socio fiable, comprometido y con visión estratégica dentro del marco europeo y atlántico. La cuarta economía de Europa necesita contar con una industria nacional fuerte, que garantice nuestra capacidad de respuesta ante cualquier escenario. Hablamos de autonomía estratégica española, pero también europea. Van de la mano, de hecho. A nuestro juicio, y más allá de estas consideraciones, la clave pasa por proyectar confianza y liderazgo en este momento, algo para lo que es necesario preservar el consenso interno y reforzar la idea de España como un actor predecible, constructivo y capaz en el nuevo tablero global. La defensa de los valores europeos exige defender la seguridad física pero también las infraestructuras críticas, la ciberseguridad y la autonomía industrial.
España es un socio fiable de la OTAN. ¿Qué puede hacer el Gobierno para seguir reforzando ese papel en el actual contexto internacional?
Las amenazas actuales a Europa son multidimensionales, conflictos armados, guerras de desinformación, pero destacando la dependencia tecnológica por lo desapercibida que pasa. La defensa europea reside en garantizar nuestra soberanía industrial y digital. España posee una ventaja diferencial por su tejido industrial, universidades de primer nivel y empresas competitivas. En 2023, el ecosistema español de defensa, seguridad, aeronáutica y espacio facturó 13.900 millones de euros, aportó 19.688 millones al PIB (12% del PIB industrial), generó 215.607 empleos y destinó 2.403 millones a I+D+i (27% de la inversión total en I+D industrial española). Este punto de partida es crucial. La industria, startups y administraciones trabajan para potenciar esta soberanía, colaborando público-privadamente para reforzar nuestra posición en Europa y la de Europa en el mundo. Es fundamental forjar alianzas, consensos y colaborar en la hoja de ruta europea para dotar a Europa de capacidades tecnológicas avanzadas, garantizando su seguridad, autonomía y liderazgo global. Debemos, entre todos, construir la confianza tecnológica para Europa, explicando mejor el papel que juega España. Para ello será clave reforzar la cooperación entre defensa, diplomacia y empresa, proyectando una imagen de país que suma y lidera.
Con la digitalización del sector sanitario, ¿qué cambios esperas y cómo pueden ayudar las consultoras?
La colaboración con el sector privado es esencial: aunque la administración tiene una gran capacidad, no puede abordar sola este proceso. Necesita de la colaboración público privada. De lo contrario, no habrá una digitalización exitosa. Nuestra labor consiste en conectar, acercar los proyectos empresariales a las diferentes administraciones y facilitar que la innovación y el conocimiento que emana de la iniciativa privada se traduzca en mejores servicios para los ciudadanos. La transformación digital del sistema sanitario será estructural y la regulación no sólo depende de España, la Unión Europea tiene mucho que decir: interoperabilidad de datos, atención personalizada, una gestión mucho más eficiente… Encima de la mesa hay temas muy diversos y nosotros estamos aquí para aportar visión estratégica, gestión del cambio y capacidad para conectar innovación tecnológica con objetivos de política pública.
¿Qué retos ves para que el sistema sanitario español sea más resistente ante futuras crisis globales?
En realidad, parte de nuestro trabajo es ver los retos como oportunidades y nuestro sistema sanitario se encuentra frente a grandes oportunidades que no debería desaprovechar. La digitalización, la gestión del dato, la incursión de la IA en todos los procesos, el acceso temprano y la equidad a la innovación terapéutica, la prevención, optimizar la atención primaria o potenciar la autonomía estratégica son algunas de las más señaladas, pero también hay otras menos llamativas e igual de importantes como la coordinación entre administraciones, la homogeneización de la normativa y el papel estratégico del sector farmacéutico, pero estos temas darían para una entrevista en exclusiva. En este sentido y tal y como te señalaba en un principio, de nuevo es necesario un entendimiento total entre las administraciones públicas y la iniciativa privada. De esa unión nace la fuerza para abordar esas oportunidades.
¿Qué sectores tecnológicos serán clave para España en 2026 y por qué?
Cuatro sectores marcarán la agenda: ciberseguridad, inteligencia artificial -y todo su ecosistema de aplicación tanto en el ámbito público como privado-, almacenamiento de datos y, por supuesto, defensa. Todos ellos son motores de autonomía estratégica, atracción de inversión y generación de empleo cualificado. A nivel geopolítico, también serán determinantes el sector sanitario, por el aprendizaje derivado de la pandemia; y el sector industrial vinculado a la tecnología, que será profundamente transformador. En conjunto, el sector TIC se consolidará como palanca transversal de modernización y competitividad.
¿Cómo crees que evolucionará la regulación tecnológica en España y qué desafíos plantea?
La regulación tecnológica será cada vez más sofisticada, especialmente con la aplicación de la Ley Europea de Inteligencia Artificial. Desde Estrategos identificamos un doble desafío: acompañar a las empresas en su adaptación normativa sin frenar la innovación, y ayudar a las instituciones a aplicar la regulación con agilidad y sentido práctico. Las consultoras tenemos un papel esencial como traductores entre lo técnico, lo jurídico y lo político. Nuestro trabajo es convertir la regulación en una oportunidad para innovar mejor, no en una barrera. Además, debemos asumir que la regulación tecnológica será, en gran medida, europea: en ámbitos como la ciberseguridad o la inteligencia artificial, no existen fronteras físicas. El verdadero reto para España será coordinar ese marco comunitario con las competencias autonómicas, que implican normativas y velocidades distintas. No se trata de criticarlo, sino de entenderlo y gestionarlo con realismo y eficacia.
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