El 61% de los trabajadores españoles emplea herramientas de IA sin directrices corporativas. Esta es una de las principales conclusiones del estudio “Detectando las claves para el desarrollo de agentes de IA 2025”, elaborado por VML The Cocktail junto a Salesforce, que reflexiona sobre cómo la inteligencia artificial no solo está transformando la productividad, sino también la forma en que las empresas comunican, gestionan y construyen confianza. Este dato pone sobre la mesa un nuevo desafío para los directores de comunicación: gestionar la narrativa interna y externa de la IA antes de que lo haga la tecnología por sí sola.
En apenas dos años, la IA ha alcanzado al 76% de la población española, y la IA generativa, especialmente en su formato conversacional tipo ChatGPT, ya es utilizada por un 62%. Este avance ha cambiado radicalmente la relación entre empleados, marcas y consumidores. Si hace poco la prioridad era comunicar la digitalización, hoy el reto está en comunicar la inteligencia artificial: cómo se usa, para qué y bajo qué valores. En un entorno donde la automatización avanza más rápido que las políticas de transparencia, la comunicación corporativa se convierte en el principal mecanismo de confianza.
La falta de marcos claros y de gobernanza tecnológica está generando un vacío comunicativo dentro de las organizaciones. Muchos trabajadores, explica el estudio, usan la IA para tareas de análisis, redacción o ideación sin saber si cumplen las normas internas de seguridad o confidencialidad. En este escenario, el papel del dircom se amplía: ya no basta con comunicar la estrategia de IA hacia fuera, sino también educar, acompañar y marcar las líneas éticas del uso interno. De lo contrario, la IA podría convertirse en una fuente de riesgo reputacional tanto como de innovación.
El informe también señala que el 57% de los españoles conoce o ha interactuado con agentes de IA vinculados a marcas, lo que refuerza su papel como nuevos canales de comunicación. Estos agentes atienden consultas o resuelven incidencias, siendo la voz de las empresas en su relación con el cliente. De ahí que su diseño comunicativo —tono, empatía, transparencia y capacidad de respuesta— se haya convertido en un terreno decisivo para la reputación corporativa.
La confianza, según los consumidores, sigue siendo clave. Un 49% exige poder hablar con un humano en cualquier momento, mientras que un 35% valora la transparencia sobre el uso de datos. En otras palabras, la humanización de la IA se impone como condición para mantener la credibilidad de marca. Una mala experiencia conversacional, advierte el estudio, puede erosionar la percepción pública más rápido que una crisis tradicional.
Por sectores, los agentes de IA presentan mayor aceptación en energía, educación y seguros, mientras que la banca y la salud siguen siendo los ámbitos más reticentes.
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