La gestión de la devastadora DANA del 29 de octubre de 2024 ha encontrado un nuevo foco de indignación. Centenares de personas se concentraron este jueves frente al Ayuntamiento de Paiporta, la localidad que sufrió la peor parte de la riada con 46 fallecidos, para exigir la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de varios miembros de su Ejecutivo.
Con gritos de “dimisión”, “a prisión” y “asesino” proferidos contra el dirigente socialista, la protesta convocada por el colectivo La Veu de Paiporta señaló la inacción histórica del Estado en la cuenca del barranco del Poyo, el punto geográfico donde la localidad se convirtió en un cuello de botella fatal.
La protesta, aunque concurrida, representa una novedad significativa al trasladar el foco de la indignación desde la Generalitat (cuyo presidente dimitió tras meses de protestas) hacia el Gobierno central. El motivo es la paralización de una infraestructura hidráulica clave.
Según se ha revelado, el proyecto para desviar y encauzar las aguas del barranco del Poyo fue redactado en 2010 y recibió la Declaración de Impacto Ambiental positiva en 2011, firmada por la entonces secretaria de Estado, Teresa Ribera.
Sin embargo, a pesar de que el coste de las obras era de tan solo 240 millones de euros, ningún Ejecutivo posterior lo presupuestó. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ya había lamentado en 2022 la “paralización de proyectos y obras por falta de disponibilidad presupuestaria y problemas ambientales” en la cuenca del Poyo, mucho antes de la catástrofe.
Además de la inacción histórica en las obras, los manifestantes de Paiporta reprocharon a la administración Sánchez dos cuestiones clave relacionadas con la emergencia. Por un lado, la lentitud en la respuesta a la hora de movilizar recursos y ayuda en los días inmediatos a la catástrofe. Y por otro, el silencio de la CHJ: El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo (también señalado en las pancartas), reconoció en sede judicial que el organismo no realizó los avisos establecidos en su protocolo durante las horas críticas de la tarde de la DANA.
La movilización, que también cargó contra ministros como Grande-Marlaska y Margarita Robles, subraya el hartazgo de los vecinos de la comarca ante lo que consideran un fracaso de gestión compartido por gobiernos de distintos signos a lo largo de más de una década.
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