El desabastecimiento de medicamentos sigue siendo un problema relevante en España. Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), cerca de 1.000 presentaciones se encuentran actualmente afectadas, afectando especialmente a pacientes con patologías crónicas, aunque no exclusivamente a ellos. La mejora en algunos fármacos mediáticos no refleja una solución general al problema.
Los tratamientos para la diabetes han mostrado un descenso en las faltas reportadas, lo que indica una recuperación parcial del suministro y ha dejado a Ozempic fuera de los medicamentos con mayores problemas. Sin embargo, otros grupos de fármacos presentan tendencias preocupantes: los medicamentos para la depresión y la epilepsia registran un aumento de escasez, afectando de manera directa a los pacientes que dependen de ellos para su tratamiento diario.
Un estudio de LUDA Partners, la Red Digital de Farmacias, revela que los antibióticos son actualmente uno de los grupos más afectados, con Furantoina como uno de los fármacos más difíciles de localizar. Asimismo, los tratamientos para la depresión representan alrededor del 5 % de las faltas detectadas, liderados por Anafranil, mientras que los medicamentos para la epilepsia, como Gabapentina, también muestran escasez significativa. Solo en el último mes, LUDA Partners ha identificado 2.784 presentaciones diferentes con problemas de suministro.
Desabastecimiento de medicamentos en España: un problema persistente
El desabastecimiento no se limita a España: otros países europeos enfrentan retos similares, especialmente en tratamientos crónicos y esenciales. Esta situación global ha alertado a las autoridades sanitarias y evidencia la necesidad de una coordinación efectiva a nivel europeo para garantizar el acceso a los medicamentos necesarios. Fármacos como Brimvera, Jorveza y Kreon, que forman parte de tratamientos prolongados, también presentan dificultades de suministro.
Los expertos coinciden en que las causas del desabastecimiento son estructurales y difíciles de resolver a corto plazo. Factores como la deslocalización de la producción fuera de la Unión Europea, tensiones en la cadena logística, aumento de la demanda y problemas regulatorios complican la situación. En este contexto, Europa enfrenta el reto de reforzar su autonomía estratégica en medicamentos, mejorar la planificación y apoyarse en soluciones tecnológicas como LUDA Partners, que ayudan a los pacientes a mantener la adherencia a sus tratamientos a pesar de las faltas.
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