Rocío Flores vive uno de los momentos más determinantes de su trayectoria pública tras obtener una victoria judicial frente a Óscar Cornejo y Adrián Madrid, responsables de la docuserie que convirtió su historia familiar en un fenómeno televisivo. La Justicia ha concluido que ambos productores cruzaron líneas al hacer públicos documentos sobre su vida cuando aún era menor de edad, un reconocimiento que para Flores supone el cierre de una etapa que ella misma ha descrito como especialmente dura. Y, paradójicamente, esa resolución llega justo cuando empieza a abrirse de nuevo la puerta a un posible regreso a los focos.
Diversas informaciones apuntan a que la hija de Antonio David Flores ha recibido una propuesta para poner en marcha su propio proyecto documental. La oferta le permitiría exponer su versión completa de los hechos que marcaron a su familia, desde la separación de sus padres hasta el episodio de la nectarina, convertido ya en símbolo mediático pese al desgaste personal que siempre ha reprochado. Las conversaciones, según estas fuentes, avanzan sin prisas y con la prudencia de quien ha repetido durante años que la exposición pública le pasa factura. Aunque, visto lo visto, la idea de volver a contar su historia —esta vez en primera persona— no parece resultarle del todo ajena.
Mientras estas negociaciones toman forma, Mediaset ha movido ficha en silencio: las docuseries de Rocío Carrasco han desaparecido del acceso habitual en las plataformas del grupo. Ni en Mediaset Infinity ni en la web de Telecinco es posible ya reproducir los episodios, que quedan escondidos tras enlaces que devuelven mensajes de error o listas incompletas con capítulos inaccesibles.
Este repliegue digital coincide con la sentencia que condena a Cornejo y Madrid a dos años de cárcel, otros dos de inhabilitación y una indemnización económica por revelar información protegida de una menor durante la emisión de la primera docuserie. La resolución también implica a Mediaset como responsable civil subsidiaria. La productora implicada, ahora bajo el nombre de La Osa Producciones, sostiene que recurrirá el fallo y mantiene que no hubo delito alguno.
Informativos Telecinco abordó la noticia de forma sintética, limitándose a señalar la condena de los productores por vulnerar los derechos de Rocío Flores cuando era menor, sin entrar en matices sobre la responsabilidad de la cadena. Un tratamiento informativo austero que llega justo en el momento en el que la imagen de Flores vuelve a ganar presencia y en el que su posible salto a un nuevo documental empieza a circular como posibilidad real. Una ironía inevitable: después de años denunciando la exposición mediática, quizá su regreso acabe llegando de la mano del mismo formato que, según ella, tanto daño le hizo.
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