Kiko Matamoros no estará más en No somos nadie. El mítico colaborador explicó este fin de semana que su marcha responde a una suma de circunstancias que se han hecho evidentes en las últimas semanas y asumió su parte de responsabilidad en la situación. Su mensaje estuvo centrado en la necesidad de priorizar su bienestar personal y familiar, así como en la búsqueda de un entorno profesional que no le genere un desgaste emocional continuado.
La decisión llega después de un tenso enfrentamiento en directo con María Patiño, producido un día antes de hacerse pública su salida, y que tuvo continuidad en redes sociales con un mensaje de despedida dirigido a sus seguidores. Ya en su última intervención en el programa, Matamoros dejó claro que no estaba dispuesto a seguir exponiéndose a situaciones que le resultaran incómodas o que afectaran a su entorno más cercano, al considerar que se habían sobrepasado determinados límites.
Pese a ello, el colaborador evitó personalizar su salida en la figura de la presentadora y quiso subrayar el respeto y el afecto que mantiene hacia ella, reconociendo la complejidad de gestionar un equipo con perfiles y sensibilidades muy diferentes. También tuvo palabras de agradecimiento para la productora que durante años impulsó Sálvame, destacando el papel que ese proyecto ha tenido en su trayectoria profesional.
Una salida anunciada
La salida de Kiko Matamoros supone un nuevo golpe para un formato que, aunque ha intentado reinventarse tras su desaparición de la televisión generalista, sigue enfrentándose a la dificultad de sostener su identidad sin algunos de sus nombres más reconocibles. Más de dos años después de la cancelación definitiva de Sávame, los proyectos que han intentado recoger su testigo no funcionan del todo. Espacios como Ni que fuéramos Shhh, Tentáculos o el actual No somos nadie, emitidos en Canal Quickie y Ten, han mantenido parte de su espíritu, aunque con dificultades para sostener el vínculo con el público original, especialmente tras el fallido intento de trasladar esa fórmula a La 1 con La familia de la tele.
En este contexto de desgaste progresivo, la marcha de varios rostros históricos ha ido debilitando la continuidad del universo Sálvame. Lydia Lozano, Chelo García-Cortés o Víctor Sandoval ya habían abandonado el proyecto en su etapa final, mientras que Belén Esteban optó recientemente por apartarse de manera temporal para centrarse en otros compromisos profesionales. A esta cadena de salidas se suma ahora la de Kiko Matamoros, uno de los colaboradores más veteranos y representativos del formato.
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