Los responsables del área de comunicación del BBVA llevan un par de semanas de intenso trabajo para hacer frente a las filtraciones de Moncloa.com y El Confidencial sobre el espionaje que llevó a cabo la entidad bancaria de la mano del excomisario Villarejo. El entramado habría llegado a controlar alrededor de 15.000 llamadas telefónicas de casi 4.000 números distintos. Rato, Cospedal, Sebastián, Abelló o Fernández de la Vega son sólo algunas de las personalidades a las que se controló durante el conflicto que tuvo la entidad de Francisco González con Sacyr por el control del banco.
Los responsables de comunicación del banco esperaron acontecimientos y movieron ficha un día después de que salieran a la luz las primeras informaciones. Así, el día 9 de enero saltó el caso a los medios y, un día después, desde la entidad emitían un escueto comunicado en el que consideraban “que de ser ciertas (las informaciones) revestirían una indudable gravedad, BBVA manifiesta que en junio de 2018 inició una investigación sobre la contratación y los servicios prestados por dicha empresa”, al tiempo que anunciaba que tomaría las medidas internas y judiciales oportunas si se acreditase la existencia de irregularidades.
El comunicado, en el que también se detallaba la intención de colaborar con la justicia, no aplacó ni mucho menos la aparición de nuevas informaciones ni calmó a la opinión pública. Esto obligó al actual presidente del BBVA, Carlos Torres, a enviar una carta a los empleados para resaltar que “este banco lleva arraigado en sus valores el máximo respeto por las personas y el firme cumplimiento de la ley. Somos un banco honesto, que cree profundamente en los principios y en la ética”, dejando entrever que las investigaciones internas no habían sido demasiado buenas porque “en dicha investigación se ha comprobado que efectivamente dicho grupo prestó servicios diversos al banco, pero no se ha encontrado ninguna documentación que refleje el seguimiento e intervención de comunicaciones privadas”.
El hecho de confirmar que la entidad había contratado a la empresa de Villarejo ya provocó un terremoto que se ha gestionado desde el BBVA con silencio y espera, posiblemente hasta comprobar cómo de lejos pueden llegar las filtraciones. Este camino puede ser muy duro para la entidad puesto que las últimas informaciones publicadas también indican que el propio Rey Juan Carlos habría sido fijado como objetivo de espionaje e incluso algunas voces ya apuntan la salida del presidente de honor, Francisco González, para evitar que la reputación de la entidad y del Banco de España dejen de verse afectadas.
En términos bursátiles, el silencio tomado por la entidad para ‘aguantar el chaparrón’ parece estar sirviendo para minimizar el golpe puesto que si bien en las jornadas posteriores a las primeras informaciones se produjo un descenso en la cotización de sus acciones, con el paso de los días ésta ha vuelto a ir al alza.
Paul Tobin, Dircom de BBVA
El actual director de comunicación del BBVA es Paul G. Tobin, quien llegó al BBVA en el año 2011 para ocupar el cargo de Director de Comunicación Corporativa Áreas y Negocios Globales y, desde 2015, es el máximo responsable de comunicación de la firma (Global Head of Communications). Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, Tobin llegó al BBVA procedente de la agencia de noticias Bloomberg; en dicho medio, había ocupado el cargo de Corresponsal Jefe para España y Portugal entre 2003 y 2011. Anteriormente, desde 1997 también estuvo trabajando en la agencia.
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