La fascitis plantar es una de las patologías más comunes del pie y constituye un reto asistencial que la Unidad de Pie y Tobillo del Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña, está afrontando con la implementación de la hemifasciectomía plantar endoscópica, una técnica pionera en la Comunidad de Madrid que cambia radicalmente el resultado y recuperación del paciente.
Tal y como explica el Dr. Armando Macera, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología del centro, la fascitis plantar “es una de las principales causas de dolor en el talón” y consiste en una inflamación inicialmente aguda de la fascia del pie, hasta llegar a un cuadro crónico y degenerativo de la misma, si nos sometemos a mucha sobrecarga mecánica.
Se estima una prevalencia de esta patología de entre el 3,6 y el 7 por ciento en la población general y representa aproximadamente un 10-15 por ciento de las consultas de la Unidad de Pie y Tobillo”. En cuanto a su detección, ésta se realiza mediante un diagnóstico clínico, “aunque para confirmarlo nos apoyemos en pruebas de imagen tales como la ecografía, la radiografía o la resonancia magnética nuclear”, indica el especialista.
El tratamiento, en el caso del 95 por ciento de los pacientes, es conservador: un calzado adecuado, utilización de plantilla para reducir la presión con el apoyo, suspensión de las actividades físicas -que favorecen la sobrecarga mecánica- y realización de ejercicios de estiramiento muscular.
Sin embargo, en casos refractarios, que no responden a dichas medidas, el Dr. Macera indica que “se opta por el tratamiento invasivo, con infiltración de corticoides y, si aun así no existe mejoría, se debe intervenir quirúrgicamente al paciente”. Para revertir este escenario, la Unidad de Pie y Tobillo del hospital de Valdemoro, consolidada, dentro del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, como referencia a nivel nacional, realiza la hemifasciectomía plantar endoscópica, una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que solo requiere dos pequeños abordajes a nivel del talón, menores de un centímetro, para introducir un instrumental específico con una cámara endoscópica.
“Esto evita una cicatriz plantar, como ocurre con la técnica tradicional; de esta manera, el paciente apoya el pie desde el día siguiente a la intervención”, incide este experto, asegurando que “es aceptada con gran satisfacción por el paciente en comparación con la técnica tradicional ‘open’, ya que permite una recuperación funcional más rápida, reduce el dolor y, por lo tanto, también los riesgos de complicaciones debido a la cirugía”.
Deporte y falta de actividad física, dos factores de riesgo
La fascitis plantar es una patología inflamatoria crónica de la fascia plantar del pie. Su síntoma más habitual es un dolor agudo de tipo punzante, que se da sobre todo en el talón, y que, como señala el Dr. Macera, “empieza por la mañana con el apoyo del pie en el suelo y limita la actividad diaria del paciente”.
La anatomía del pie es la predisposición principal a dicha patología, y existe una mayor prevalencia en aquellos pacientes que presentan pie cavo, pie plano o un acortamiento del tendón de Aquiles, entre otros. Esta patología se da, en su mayoría, en personas de mediana edad, de entre 40 y 60 años, que utilizan un calzado inadecuado o que tienen sobrepeso y llevan una vida sedentaria.
También puede aparecer a edades más tempranas en deportistas sometidos a sobrecarga mecánica, ya que, en el deporte de élite, sobre todo en los corredores, los pies se ven sometidos a microtraumatismos de forma crónica. Asimismo, según el Dr. Macera, el “deporte de fin de semana”, sin un entrenamiento gradual, también es un factor de riesgo para desarrollar la fascitis plantar.