Nuestra voz nace en el cerebro. Cuando queremos decir algo, la orden cerebral viaja mediante los nervios hasta el aire de los pulmones. Ese aire pasa a través de una zona que vibra, las cuerdas vocales de la laringe. Con ellas generamos un sonido. Aunque muy pobre. Para que ese sonido se convierta en nuestra voz, necesitamos los resonadores y articuladores. Como son la faringe, la lengua o el paladar. Así se da forma a la voz, una huella vocal única en cada persona. Pese a su importancia, muchas veces no la valoramos como merece hasta que desarrollamos un trastorno de voz. Un problema aún más importante para quienes es su herramienta de trabajo, como es el caso de los cantantes o actores. Con el fin de cubrir las necesidades de estos profesionales, el Hospital Ruber Internacional dispone de una Unidad de la Voz con las pruebas diagnósticas más punteras y los mejores tratamientos disponibles.
Los trastornos de voz afectan al 10% de la población española. Tal y como explica la doctora especialista en laringología y voz, recientemente incorporada a la Unidad de ORL del Hospital Ruber Internacional, Isabel García López, “un trastorno vocal es cualquier alteración en el tono, timbre o intensidad de la voz que hace que esa persona tenga un hándicap o limitación para su uso”. La mayor parte de los trastornos se producen cuando se utiliza mal. Como hablar durante muchas horas seguidas sin descanso, con mala técnica o en un ambiente inadecuado. Dado que muchas veces no le prestamos la atención que necesita.
Por ello, el próximo 16 de abril se celebra el Día Mundial de la Voz desde 1999 con el fin de concienciar sobre la importancia de cuidarla. Así como dar a conocer las distintas patologías que pueden afectar a las cuerdas vocales.
Mantenerla sana pasa por cuidar nuestra salud en general. “Todos los cuidados generales de la salud-explica la doctora Isabel García López- valen para la voz, es decir, dormir las horas adecuadas, una dieta equilibrada, hidratarse, desarrollar nuestro trabajo en un ambiente saludable y ventilado”. Otro recurso útil-e imprescindible para los cantantes-es la técnica vocal. Una serie de herramientas que uno puede aprender para usar la voz lo más correcta y mejor posible. “Si tengo muy buena técnica podré estar muchas más horas hablando sin cansarme o podré abordar las canciones sin agotarme después de un concierto”. A su vez, hay que acudir a un ORL siempre que una disfonía (alteración de la voz) se mantenga más de 15 días, sin estar acatarrado. “Y si uno es un profesional de la voz, mejor acudir a un ORL especializado en patología vocal”.
Este es el caso de la doctora Isabel García López. Quien además ha recibido formación como cantante y es titulada superior de canto. La doctora atiende a numerosísimos y prestigiosos profesionales de la voz; desde cantantes, actores, locutores y profesores hasta reconocidos periodistas de nuestro país. La Unidad del Hospital Ruber Internacional, en funcionamiento desde septiembre de 2018, dispone de las mejores pruebas diagnósticas para detectar cualquier trastorno. “Realizamos un estudio de la voz mucho más profundo del que se hace habitualmente en una consulta médica. Como el análisis acústico, en el que la voz se graba y se analizan una serie de parámetros con un software. A su vez, se practican estroboscopias. Una serie de exploraciones especiales para ver las cuerdas vocales en movimiento y en vibración, que no se usan habitualmente en consultas de ORL”, subraya la experta.
La Unidad también trata los trastornos neurológicos de la voz, una especialidad conocida como neurolaringología. “Es algo que se hace en muy pocos sitios de España. Incluye el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades de la voz que afectan al sistema neurológico, el área cerebral o los propios músculos. Como son las distonías de la laringe (movimientos involuntarios de la laringe que producen una tensión al hablar), temblores de la voz (oscilación en la voz que no permite un discurso normal) y las parálisis de las cuerdas vocales. Cuando las cuerdas están inmóviles hacen que la voz salga muy afónica y débil, así como problemas para tragar y respirar. Los trastornos neurológicos se tratan en la Unidad mediante fármacos, inyecciones de ácido hialurónico o de toxina botulínica en la laringe, así como cirugía”, explica la doctora García López.
A un nivel más general, hay tres tratamientos para cualquier trastorno de voz. Como el tratamiento farmacológico, además del rehabilitador o logopédico. Según Isabel García “donde se enseña al paciente a corregir malos hábitos o adquirir buenos con técnica vocal. Lo prescribimos y lo proporcionan los logopedas”. El tercero es la cirugía. “Es el último recurso, tiene más riesgos que el tratamiento rehabilitador, pero cuando está indicada y correctamente evaluado el riesgo-beneficio a veces es el único tratamiento que se puede hacer”.
Los profesionales de la voz son un caso especial dentro del cuidado y tratamiento de cualquier trastorno vocal. Para empezar, es fundamental que aprendan la técnica vocal y se sometan a revisiones anuales. Además deben acudir a un especialista en cuanto tengan un mínimo problema. Por otro lado, los tratamientos son un poco diferentes. “Necesitan que les pongamos un tratamiento más específico y que sea más eficaz para solucionar antes el problema vocal”. Ya que, a diferencia de otros pacientes, un problema en la voz no puede esperar para un cantante que tiene un concierto la semana siguiente. El tratamiento farmacológico también cambia. “Hay ciertos fármacos que se administran de forma más precoz, como antibióticos o antiinflamatorios”. Respecto a la cirugía, hay que ser aún más cuidadoso de lo normal. “El cirujano que la indica tiene que estar seguro de que es absolutamente necesaria, que va a mejorar su voz y que tiene las competencias necesarias para llevarla a cabo”, concluye la doctora García López.