Barcelona se ha situado al frente de la producción y consumo de marihuana. A pesar de que su plantación para la venta está prohibida, existen ciudades que en las que los clubes de fumadores aumentado considerablemente su presencia, siendo la capital catalana la ciudad más proclive para ello.
En una exclusiva publicada hoy por El Confidencial apuntan a que desde el año 2012, ciudades como Madrid o Barcelona han implantado los clubes de fumadores como modelo de negocio a pesar de lo que esto supone en los índices de violencia. De hecho, la ciudad Condal cuenta con más de 700 de estos establecimientos en la que la entrada a españoles está prohibida, para evitar denuncias.
Una de las medidas que ha favorecido este desarrollo ha sido el nuevo plan urbanístico que ha puesto en marcha Ada Colau en sus años como alcaldesa de Barcelona. Su aprobación ha provocado el aumento de concesiones de licencias de estos locales que además han influido en el aumento de violencia en las calles de la capital catalana.
Barcelona no sólo se ha convertido en una de las capitales del cannabis, sino que también ha visto como aumentan los ndices de homicidios, secuestros, extorsiones y asaltos a punta de pistola. De hecho, en los últimos dos años, se han contabilizado cuatro asesinatos relacionados con el tráfico de marihuana y 41 robos con violencia en domicilios.
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