En la Tierra a miércoles, noviembre 27, 2024

8 de cada 10 pacientes con cáncer oral son fumadores habituales

El tabaquismo es un hábito que perjudica considerablemente la salud, que continúa estando muy presente la población en general. En España, el 25% de la población sigue fumando y el 22,3% lo hace a diario, práctica que supone la primera causa evitable de muerte prematura en el mundo, según el documento “Tabaquismo y Cáncer en España” de la Asociación Española Contra el Cáncer.
Con más de 4.000 componentes tóxicos, el humo del tabaco afecta de manera directa a la salud bucodental.

Asimismo, el tabaquismo influye en la salud bucodental de las personas, afectando el resultado de casi todos los procedimientos terapéuticos realizados en la cavidad oral. Por ejemplo, la curación tras una intervención dental como la extracción de una pieza o tras realizar algún tipo de cirugía oral es mucho más lenta en las personas que fuman, y es mucho más probable que sufran patologías bucales como gingivitis o sangrado de encías e incluso son más propensos a la aparición de caries.

Según diversos profesionales de la salud, las consecuencias del tabaco también pasan por aspectos estéticos, las manchas o tinciones en los dientes son una de las causas más visibles de los fumadores. La nicotina, el monóxido de carbono, nitrosaminas, bencenos, aldehídos y cianuro de hidrógeno son las toxinas que más perjudican a nivel bucal. 

Ante lo expuesto, la odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental, Manuela Escorial, ha advertido que “la consecuencia más grave del tabaco en nuestra boca es, sin duda, el cáncer oral, en el que la tasa de mortalidad a los cinco años del diagnóstico es muy elevada, del 50%, aunque disminuye cuando se realiza un diagnóstico precoz. Además, entre el 75 y el 90% de los casos de cáncer oral están vinculados a personas fumadoras y que consumen alcohol con frecuencia”.

De igual manera, los expertos han revelado que el riesgo que tiene un fumador de padecer cáncer de la cavidad oral es cinco veces mayor que el de una persona que no fuma. La boca es la primera parte de nuestro cuerpo que siente el humo del tabaco y, por lo tanto, en los labios, la lengua y las glándulas salivales se quedan impregnados los componentes tóxicos que contiene.

Por último, las lesiones que se pueden encontrar en la boca y que tienen mayor riesgo de complicarse son las leucoplasias, descritas como placas blanquecinas que no pueden desprenderse por raspado, forman parte del epitelio y están en crecimiento. Se atribuyen principalmente al tabaco y son precursoras del cáncer oral en un 10% de los casos.

Seguiremos Informando…

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