Raquel Troyano es directora de cine. Su primera película es El pomo azul, rodada en el año 2015 y con la que fue precandidata al Goya. Ahora ha presentado en varios festivales Una mañana fría, una película que ella misma describe como “incómoda, molesta y a la vez, necesaria” y que espera que llegue a la gran pantalla en los próximos meses.
El largometraje refleja la historia de una familia que sufre un accidente de tráfico. Es una herramienta para que las víctimas y sus familiares encuentren un refugio y vean que no están solos. Así lo asegura Raquel Troyano, quien ha contado en esta película con víctimas que han sufrido amputaciones como Carlos y Noemí: “Sus testimonios son los más valiosos, porque tras el accidente te tienes que enfrentar a la vida y no es fácil”. {wbamp-show start}
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De momento, Una mañana fría ha llegado a un primer festival donde ha sido reconocida por e mejor largometraje nacional: “Es un impulso muy grande para que la película siga en festivales y llegue a las salas”. Por el momento, los espectadores que han visto el largometraje han sido conscientes de la crudeza de una historia que ha sido vivida por muchas familias y que puede remover a las personas que han sufrido un accidente.
“Estamos hablando de la tercera causa de muerte a nivel mundial”, asegura Raquel. Ella espera que esta película pueda ayudar a las víctimas y a sus familiares a volver a vivir: “Creo que para las víctimas es un aliciente, porque ven que no están solas, que tienen que hablar y seguir adelante”.
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