La última edición de Supervivientes supuso un hito para Mediaset porque, más allá de los grandes registros de audiencia que cosechó, sirvió al grupo de Fuencarral para poner en marcha su nueva estrategia de programación a la que llamaron ‘televisión transversal’. Esta nueva táctica, que consiste en la unificación de contenidos de Telecinco y Cuatro con la emisión de los mismos espacios en ambos canales para así revitalizar los datos de la segunda cadena, ha sido vendida como un éxito por parte de la compañía que comanda Paolo Vasile aunque los números demuestran que el logro no es tal.
Pese a que dicha estrategia comenzó en 2019 de la mano de programas como Supervivientes o GH VIP 7, Mediaset ha aprovechado el inicio del nuevo año para apostar decididamente por la ‘televisión transversal’. El primer formato que vio la luz en 2020 bajo esta idea fue la nueva temporada de Planeta Calleja, que se estrenó simultáneamente en ambas cadenas el pasado miércoles 8. Aunque se trata de uno de los pocos espacios que aún se muestra solvente dentro de la parrilla de Cuatro, el grupo optó por lanzar también en Telecinco la entrega protagonizada por Ana Patricia Botín.
El resultado no fue el esperado: sí, Planeta Calleja anotó un 15,5% de cuota de pantalla, lo que supone su máximo histórico, pero no consiguió destacar en ninguno de los dos canales (firmó un 9,7% en Telecinco y un 5,8% en Cuatro). De esta forma, Mediaset no solo consiguió debilitar la potencia que podría tener el regreso de un formato tan popular con un rostro que genera tanta expectación, sino que también sucumbió en audiencias frente a Atresmedia, que sumó un 23,3% de share en prime time sumando los datos de Antena 3 y laSexta.{wbamp-show start}
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Algo parecido sucedió 24 horas después, cuando Mediaset lanzó La isla de las tentaciones, su gran apuesta de entretenimiento para este comienzo de año. Aunque este caso la apuesta por el estreno simultáneo tenía algo más de sentido (su emisión se dividirá entre ambos canales), el resultado de la misma volvió a ser decepcionante: el lanzamiento del espacio que presenta Mónica Naranjo tampoco despuntó en ninguna de las dos cadenas y marcó un 18,9% de cuota (12% en Telecinco y 6,9% en Cuatro), situándose tan solo una décima por encima de la audiencia marcada por los dos principales canales de Atresmedia.
El principal problema al que se enfrenta Mediaset es la certificación de que esta estrategia no añade nuevos espectadores a sus programas, sino que trasvasa a parte de su audiencia de Telecinco a Cuatro, debilitando a la primera para no acabar de fortalecer a la segunda, que sigue mostrándose incapaz de superar la crisis que atraviesa desde hace algo más de un año. En definitiva, la ‘televisión transversal’ no atrae a más audiencia, solo la mueve de un lado a otro sin lograr efectos beneficiosos para ninguna de las partes.
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