LLYC ha realizado una investigación analizando la conversación que ha tenido lugar en Twitter en torno a la igualdad en España y Latinoamérica durante el último año. El objetivo de esta estudio, cuyas conclusiones se recogen en el informe “Cuando hablamos de igualdad, ¿qué dicen las redes?”, ha sido no solo medir la temperatura sobre la relevancia social del tema en la red, sino también identificar oportunidades para aquellas empresas y marcas que quieran participar de forma activa en la conversación o dar a conocer sus aportes al movimiento.
El estudio se basa en el análisis de casi 18 millones de tuits publicados entre el 1 de enero de 2019 y el 15 de febrero de 2020 sobre las temáticas de igualdad y feminismo publicadas en español.
Tres fases de estudio
La primera ha consistido en la clasificación de los tuits por territorio. La taxonomía temática elegida para los territorios está inspirada en las reivindicaciones del Manifiesto 8M 2019 español. Para la clasificación se han utilizado técnicas basadas en consultas booleanas de palabras clave significativas y técnicas de machine learning supervisado.
La segunda fase se ha realizado a través de un análisis topológico de las estructuras de red que conforman los perfiles de Twitter. Sobre perfiles e interacciones se han aplicado técnicas de análisis estadístico de redes (entre ellas de grado y modularidad, como las más frecuentes) para la identificación de comunidades, que luego han sido llevadas a una etapa de presentación para la visualización de las mismas en grafos.
Finalmente, en la tercera etapa del estudio se han realizado cruces representativos entre los territorios temáticos y las redes de comunidades para la extracción de las conclusiones más significativas.
Una conversación heterogénea, atomizada y politizada
La primera conclusión relevante es que no existe una única conversación sobre igualdad de género. España y cada país de Latinoamérica tienen notables diferencias tanto en el uso como en la intensidad: mientras que aquí el diálogo se corresponde al territorio de la mujer, en Latinoamérica se encuentran más ligado a temáticas y significados diferentes, con frecuencia relacionados con los derechos humanos y cuestiones económicas.
En cuanto al volumen de la conversación, España concentra un 43,4 % del total de la conversación sobre igualdad (por tanto, un 23,2 % del universo total, si se incluyen los tuits no georreferenciados, le siguen Argentina (17,3 % u 8,9 % del conjunto) y México (9,1% de los geolocalizados, 4,7 % del general).
El estudio de LLYC certifica que las distintas comunidades digitales creadas en torno a la igualdad de género son endogámicas y no dialogan entre ellas. La polarización de las corrientes de opinión, la radicalización de posturas, la superficialidad y el “filtro burbuja” definen la conversación.
Otra de las conclusiones a la que ha llegado el estudio de LLYC es la coexistencia de 5 grandes comunidades de conversación, las cuales se corresponden en general con el arco político parlamentario.
La comunidad crítica es la que más aumenta, representando algo más de 20%, es aquella reactiva al feminismo que ha crecido, sobre todo, ante el desarrollo de la comunidad feminista postmoderna. En gran parte capturada por Vox y su entorno. Le sigue la comunidad feminista postmoderna, que supone el 11,4 %, asociable al feminismo de cuarta oleada concentrado en gran parte por Unidas Podemos y su entorno.
La comunidad feminista, alcanza el 7 % y se vincula al feminismo de tercera oleada, asociado al Partido Socialista y su entorno. La comunidad feminista radical alcanza el 5,4% y la comunidad “masculinista” el 4,3 %.
En Latinoamérica, sin embargo, la conversación es mucho más difusa y apenas genera tendencias de diálogo en torno al feminismo o la actuación de los gobiernos. La conversación latinoamericana es espontánea y en gran parte de la sociedad civil con diferencias entre países, en cambio la española es fundamentalmente política.
Las empresas no participan en la conversación sobre igualdad
El estudio también ha puesto en evidencia que la participación de las empresas y las asociaciones sectoriales en la conversación sobre la igualdad de género es imperceptible. En cualquiera de las geografías analizadas, estas se mantienen significativamente ausentes.
Ni siquiera se apuntan conversaciones en torno a los programas de desarrollo del liderazgo femenino, sobre la corresponsabilidad, la conciliación, la flexibilidad de horarios o el apoyo al emprendimiento. Medidas todas ellas tan importantes a la hora de alcanzar la igualdad de oportunidades entre géneros.
Por último, el estudio de LLYC señala que las empresas tienen ante sí la oportunidad de aprovechar que el volumen es alto y constante para buscar aquellos espacios donde, si bien se identifican conexiones con el tema general, hay todavía un “océano azul” de conversación y liderazgos en la misma con menos connotaciones políticas.
Sin embargo, concreta que aquellas que quieran poner en valor su compromiso con la igualdad tendrán más éxito si se alejan de las fechas ya consolidadas y, en lugar de pretender destacar en marzo, utilizan otros momentos del año para trasladar sus mensajes.
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