La emisión de La vida de Brian le regaló este miercóles a La 2 uno de sus mejores días de lo que va de curso. Pese a la cantidad de veces que ha sido emitida en televisión, la cinta de los Monty Python anotó un 7,5% de cuota de pantalla y 1.425.000 espectadores, convirtiéndose en la tercera oferta más seguida de la noche del miércoles por delante de los espacios ofrecidos por La 1, Cuatro y laSexta.
Por si esto fuera poco, La vida de Brian se convirtió en la película más vista de La 2 en la última década. Además, el gran dato de audiencia cosechado por el film hizo que la cadena pública lograse su mejor registro en prime time desde el 31 de julio de 2018. Pero, más allá de los grandilocuentes datos, el éxito arrollador de la comedia deja una serie de lecciones muy interesantes a nivel televisivo.
1. La gente empieza a cansarse del monotema. España, como el resto de países del mundo, está atravesando una situación excepcional a causa del coronavirus y los medios de comunicación, cumpliendo con su deber, se han volcado con esta crisis sanitaria desplegando una cobertura intensiva sobre la pandemia. El problema reside en que, tras alimentarse mañana, tarde y noche de información sobre el tema durante varios días, la audiencia comienza a cansarse y le exige a la televisión contenidos de entretenimiento que no le recuerden una y otra vez la complicada situación que está pasando el país.{wbamp-show start}
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2. Los clásicos nunca pasa de moda. Los directivos de las principales cadenas de televisión siempre han descartado la posibilidad de emitir películas ‘clásicas’, prefiriendo programar cintas de dudosa calidad cuyo principal mérito es que su estreno en salas tuvo lugar hace menos de una década. Sin embargo, el hecho de que La vida de Brian venciese a la mayoría de sus rivales demuestra que, por más años que pasen, este tipo de cine no tiene fecha de caducidad y que, si además le acompaña una buena estrategia de programación, puede llegar a ser todo un gran acierto.
3. La comedia como salvavidas en situaciones trágicas. Durante los últimos años, las cadenas de televisión han optado por suprimir la mayoría de sus programas humorísticos para apostar por espacios de actualidad, realities, refritos de zapping o series, una tendencia completamente opuesta a la que está dando en las emisoras de radio. Sin embargo, el dato anotado por La vida de Brian pone de relieve la importancia que tiene en nuestras vidas la comedia, que jamás cambiará el mundo pero que siempre será un aliado inmejorable a la hora de sobrellevar momentos difíciles como los que atraviesa España durante estos días.
4. La 2 sigue viva (aunque muchos se empeñen en darla por muerta). Las discretas audiencias que cosecha día tras día La 2 hace que muchos puedan pensar que es innecesario mantenerla con dinero público. Nada más lejos de la realidad: su utilidad como plataforma cultural está fuera de toda duda, cumpliendo sobradamente con su condición de servicio público. Además de albergar interesantes películas y documentales que no tendrían cabida en ninguna otra cadena, su apuesta por espacios como Un país para escucharlo, Sánchez & Carbonell o Cachitos… justifica su supervivencia y evidencia que el canal debe centrar sus esfuerzos en crear contenidos de calidad, no en competir con las televisiones comerciales por arañar una décima más de share.
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