La industria textil está cambiando sus procesos de producción y, de manera cada vez más visible, está apostando por la llamada moda sostenible, moda ética o slow fashion. El objetivo de esta tendencia es transformar el sector teniendo en cuenta el impacto social, medioambiental y de viabilidad económica de los sistemas de producción, distribución y comercialización.
Latitude, consultoría formada por profesionales del sector textil y de la comunicación, es pionera en el proceso de construcción de un cambio de mentalidad en el consumo de la moda y ayuda a empresas y organizaciones a implementar la sostenibilidad de una manera responsable y holística en sus acciones, a través de la innovación y de la eficiencia. Además, está poniendo en marcha una red de talleres de proximidad en España, y en otros países, para la integración social. Estos talleres ofrecen salarios justos, establecen un entorno de trabajo adecuado y están basados en procesos y materiales respetuosos con el medio ambiente. Y, precisamente en este cometido, Igeneris se ha convertido en el aliado perfecto de Latitude.
La colaboración partió del análisis previo llevado a cabo por la firma especializada en nuevos modelos de negocio junto a Ashoka, organización referente en el campo del emprendimiento social. El objetivo de este análisis era localizar, entre su red de emprendedores, aquellos proyectos a los que más valor podía aportar Igeneris a través de su expertise en el diseño de modelos de negocio innovadores.
De esta forma, el nuevo proyecto desarrollado por el equipo de Igeneris se ha centrado en definir estrategias y modelos que puedan ayudar a Latitude a asentar su modelo de taller de impacto de una forma más eficaz desde el punto de vista de la rentabilidad, ‘talón de Aquiles’ habitual de este tipo de entidades.
La alianza entre las dos empresas ha dado como resultado el desarrollo de dos proyectos. Por un lado, Igeneris ha ayudado a Latitude a terminar de definir un modelo de taller sostenible y social adecuado, que garantice su viabilidad económica en un período de tiempo razonable. Para ello, se ha redefinido la estructura organizativa de los talleres, los recursos y los activos necesarios y se han aterrizado en detalle tanto el producto como los procesos que optimicen la producción y la proyección de las capacidades productivas.
Por otra parte, se ha desarrollado un modelo de negocio innovador que permite canalizar la comercialización de los productos fabricados en estos talleres sociales. El objetivo de este modelo de negocio, que se trabajará próximamente con el objetivo de que se convierta en una realidad en el mercado, es ofrecer un servicio de valor añadido que piense en el cliente final y en sus necesidades actuales más allá del componente social y ecológico de la producción y que además asegure la sostenibilidad en el tiempo de los talleres.
“Ha sido una experiencia muy positiva y gratificante haber podido participar en un proyecto con este impacto social y estamos muy ilusionados con el resultado y con el trabajo realizado junto a Latitude; estamos seguros de que les ayudará a consolidar un modelo de empresa con impacto social de éxito”, afirma Miguel Urrecha, director de Igeneris.
María Almazán, directora de Latitude, añade por su parte que “para nosotros la experiencia de haber trabajado con Igeneris no ha podido ser más satisfactoria. Trabajar con un equipo de personas tan profesional y humano ha generado una dimensión muy interesante con un resultado impecable. Colaborar entre empresas con un objetivo común demuestra ser una excelente vía para la optimización y rendimiento de proyectos de futuro”.