En la Tierra a miércoles, noviembre 27, 2024

Ni Bustos ni Méndez: los verdaderos nombres ‘clave’ en el despido de Negre de El Mundo

Javier Negre

La salida de Javier Negre de Unidad Editorial augura una campaña de acciones por su parte contra la que fuera su casa profesional. En la madrileña Avenida de San Luis hay quienes barruntan, al hilo de las primeras declaraciones de Negre, con que éste pueda remedar las torpezas de David Jiménez, con un nuevo libro sobre las entretelas del periódico y su editora.

De momento, el despedido ya ha dirigido sus primeros dardos contra dos de sus principales obsesiones: el jefe de Opinión, Jorge Bustos, y la veterana periodista y tertuliana, Lucía Méndez. Algo que no deja de ser llamativo, vistos los perfiles tan dispares de ambos. Pero en esta campaña, según señalan fuentes de la redacción de El Mundo, hay mucho de personalismo disfrazado de ideología.

Esas mismas fuentes coinciden en señalar que lo de Negre ‘estaba anunciado’ desde hacía mucho tiempo. Más del que el propio aludido cifra como fecha oficial, el 25 de mayo, por criticar la publicidad institucional. “En marzo ya pegó dos patinazos: uno, el de amenazar de forma anónima con desvelar los nombres de quienes, según él, ‘censuran’ a Vox en los medios, lo que se entendió como un mensaje en clave interna, y otro, criticar los quince millones a las televisiones, porque obviaba que Unidad Editorial estaría entre los receptores de esa cantidad que, por cierto, no se ha recibido”, indican fuentes de toda solvencia.

Parece evidente que Negre no contaba con excesivas simpatías dentro de la redacción, empezando por el director, Francisco Rosell, que hizo todo lo posible por restringir la firma de Negre en el periódico. En realidad, Rosell nunca estuvo a favor de reincorporar a Negre. Pero no fue el único. Una inmensa mayoría de cuadros y redactores nunca tuvieron ‘feeling’ con Negre, y no sólo en los últimos tiempos por su supuesta cercanía a Vox.

Hasta el momento, Negre había contado con el apoyo de Ildefonso Olmedo, ‘factotum’ de ‘Crónica’ y ‘LOC’. Sin embargo, lo insostenible de la situación, con una deriva inasumible a nivel interno, no dejó alternativa a Olmedo, cansado de los problemas generados y de recibir mensajes contradictorios.

Tampoco buena parte de la redacción comprendía que Negre fuese utilizando la etiqueta de ‘El Mundo’ o su cargo como adjunto al Área Audiovisual de Unidad Editorial para meterse en charcos contra terceros, que acababan salpicando al periódico o a la editora. “No era un colaborador sino un periodista con cargo. Estaba supeditado a normas internas”, afirman fuentes de la editora de ‘El Mundo’.

Y no sólo a nivel político o ideológico: el protagonismo de Negre en el ‘Merlosgate’ dejó atónitos a muchos, que no daban crédito a ver cómo una persona que aireaba su cargo en Unidad Editorial se enfangaba en los terrenos de ‘Sálvame’. A Antonio Fernández Galiano, según cuentan, se le colapsó la centralita, como diría Luis María Anson. Aunque luego Negre lo achacara a una maniobra política trazada por Iván Redondo.

Para entonces, ya era un lugar común entre buena parte de sus compañeros en ‘El Mundo’ que lo de Negre solo podía tener un final: el del pasado lunes.

Seguiremos informando…

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