El confinamiento y la pandemia han supuesto hechos de gran impacto para la población en general, pero más aún para la salud mental de los niños, especialmente vulnerable en momentos de crisis. Aldeas Infantiles SOS ha realizado un estudio con el objetivo de evaluar el impacto psicológico que esta situación ha tenido en los más pequeños.
A través de una muestra de 459 niños, niñas y adolescentes de sus programas de acogimiento y prevención, los resultados muestran que al 74% le preocupa que las personas cercanas a ellos se infecten con la enfermedad, al 66% le inquieta no poder visitar a sus familiares y amigos, al 53% que la vida no vuelva a ser la misma después de la pandemia y al 40% no poder volver a la escuela.
Además, el 93% de los encuestados ha señalado recibir información sobre la COVID-19 y cómo actuar. El 78% de los niños y niñas indicaron que se lavan las manos frecuentemente y el 60% suele evitar el contacto físico y respeta la distancia social de dos metros. El 43% aseguró usar mascarilla antes de que su uso fuese obligatorio.
Aldeas Infantiles SOS hace especial hincapié en recordar que la salud mental de los más pequeños es muy vulnerable en tiempos de crisis como la que hemos vivido recientemente. El impacto psicológico debe ser evaluado y detectado a tiempo para prevenir futuras enfermedades de salud mental, especialmente en el caso de menores en situación especial.
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