Con la situación actual de pandemia es habitual escuchar con frecuencia que enfermedades como la diabetes, hipertensión, obesidad o enfermedades pulmonares, especialmente asociadas al tabaquismo, hacen más vulnerables ante los contagios a las personas que las padecen, debido a que su sistema inmunológico no funciona de la manera adecuada. El 90% de estas enfermedades se puede prevenir cuidando el estilo de vida.
La ausencia de enfermedades hace que el sistema inmunológico esté mejor preparado para soportar una infección por COVID-19; además, viven más y con mejor salud las personas con un sistema inmunológico más fuerte.
En este escenario, la Medicina Antiaging supone un abordaje terapéutico con grandes ventajas, “entre otras, mejorar la prevención de los contagios por la COVID-19 o cualquier otro virus. Los contagios en las personas con un sistema inmunológico más fuerte se resuelven mejor” indica el doctor Joaquín Figueroa, director de la Unidad de Medicina Antiaging de Clínica FEMM puesta en marcha recientemente.
La mejora del sistema inmunológico es uno de los pilares de la Medicina Antiaging, pero no el único. La Medicina Antiaging persigue el buen funcionamiento interno del organismo para optimizar la salud, aumentar la esperanza de vida y favorecer la apariencia física externa
saludable. Según datos del 1 de enero de este año del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 19,4% de la población española es mayor de 65 años (la edad media actual se sitúa en 43,6 años), y estima que en 2068 esta cifra aumente hasta un 29,4% del total de la población.
Cabe preguntarse cómo llegan las personas a estas edades ya que la mayor longevidad no suele estar acompañada de buena calidad de vida: se pierden capacidades, habilidades y salud. “La Medicina Antiaging permite conocer la edad biológica de la persona, cuántos años tiene realmente según el estado de su organismo y si esa edad se corresponde con la cronológica”, afirma el doctor Figueroa.
Según este experto, la edad biológica se establece mediante un completo chequeo médico. “Al analizar el funcionamiento del organismo del paciente, conocer su historial clínico, la longitud de sus telómeros cromosómicos y otra serie de indicadores, se descubren los problemas de salud que puede tener en el futuro y, por tanto, se puede indicar qué debe hacer para envejecer en el mejor estado posible. Así, mediante un tratamiento individualizado, se previene o retrasa la aparición de enfermedades asociadas al envejecimiento, especialmente de tipo cardiovascular, metabólico, neurodegenerativo, respiratorio y cáncer”.
Para trazar el plan personalizado, en la Unidad de Medicina Antiaging de Clínica FEMM se abordan tres pilares que explica Joaquín Figueroa, “reeducación nutricional: aunque una persona cuide su alimentación, es posible que sea necesario introducir cambios, eliminar determinados alimentos porque no son los más adecuados para un rendimiento óptimo, e incluso pueden ser perjudiciales para esa persona a pesar de ser saludables… El equipo médico de la clínica prepara el mejor plan de nutrición para cada paciente”.
La optimización hormonal “se equilibran los niveles hormonales, pues cambian con la edad, para tratar o prevenir situaciones como la andropausia, la resistencia a la insulina, la menopausia, trastornos suprarrenales y tiroideos, osteoporosis”, indica el doctor.
Otra de las pautas que el especialista reconoce es la prescripción de ejercicio físico. “Se pautan las opciones que mejor favorecen a cada persona pues, aunque el ejercicio es saludable y ayuda a estar en forma, puede que el paciente no esté realizando el más adecuado para sus características físicas específicas”.
Al actuar sobre cada una de esas áreas en concreto, el equipo médico de Clínica FEMM optimiza la salud del paciente y aproxima a la edad cronológica a la biológica, en el caso de haber un claro desfase entre ambas. “De esta manera, contribuimos a un envejecimiento lo más saludable posible y, en el mejor de los casos, a la mayor longevidad de nuestros
pacientes” explica el doctor Figueroa. Y al mejorar el estado interno, mejorará también la apariencia externa.
El envejecimiento humano resulta del acúmulo de daños de tipo inflamatorio, oxidativo y degenerativo. De acuerdo a Joaquín Figueroa, abordar terapéuticamente estos frentes logra manejar la velocidad a la que se produce este proceso. “Otros beneficios destacados de una terapia Antiaging es que proporciona mayor nivel de energía y vitalidad, favorece el sueño e incrementa el deseo y la capacidad sexual”.
Cualquier momento es bueno para iniciar un tratamiento Antiaging, pero el experto recomienda especialmente a partir de los 40 años y aunque la persona se encuentre bien de salud, como cuidado y prevención de cara al futuro.
La Medicina Antiaging tiene como fin potenciar el estado de salud, pero no sustituye a los profesionales médicos que estén tratando al paciente por cualquier casuística. “Si se está siguiendo algún tratamiento médico, lo tendremos expresamente en cuenta, y además de continuar con él, la paciente debe de citarse con su especialista para para comunicarle las indicaciones y pautas individualizadas de tratamiento que se establezcan en nuestra Unidad Antiaging”, subraya el doctor Figueroa.
Para el responsable de la Unidad de Medicina Antiaging de Clínica FEMM esta alternativa de tratamiento ayuda también al cuidado de los telómeros cromosómicos y a la reducción de los procesos inflamatorios. “El proceso de envejecimiento acorta progresivamente la longitud de los telómeros de los cromosomas, las estructuras localizadas en el núcleo de las células que contiene nuestra información genética. Cuando alcanzan una longitud crítica mínima no podrán replicarse más, lo que se traduce en muerte celular. Por otro lado, proponemos al paciente recursos para abordar los fenómenos inflamatorios, de tal forma que evitemos el desarrollo de estas patologías o retrasemos su aparición, en el caso de que tuvieran un marcado componente hereditario”, señala el doctor Figueroa.