Un día después de la fiesta multitudinaria que conmemoraba el quinto aniversario de El Español se han conocido las primeras consecuencias. La lluvia de críticas a los asistentes del Gobierno, partidos políticos, empresarios y periodistas pocas horas después de que a la sociedad se le impusiera un toque de queda y la prohibición de reunirse con más de seis personas, ha tenido sus consecuencias.
María Jesús Montero, ministra portavoz del Gobierno, ha sido la encargada de llamar a la autorreflexión de los responsables políticos para que limiten su presencia física en actos públicos. Montero ha incidido en la obligación de dar ejemplo de los representantes políticos: “Somos conscientes de que somos referentes”, ha dicho.
Tras conocerse el revuelo, han sido muchos los representantes políticos que han intentado excusarse y justificar su presencia en los premios de El Español. Argumentan que se cumplían las medidas de seguridad estipuladas y los límites de aforo permitidos. No obstante, la fiesta se celebró solo un día después la declaración del estado de alarma, después de restringir las medidas de reunión para todos los españoles y ante la posibilidad de que muchas comunidades autónomas cierren fronteras para evitar viajes y reuniones.
La lista que ha levantado ampollas
La celebración del evento, que tuvo lugar en el Casino de Madrid, también ha suscitado polémica. Tal y como ha podido conocer este periódico, los socios que pertenecen a este exclusivo y restringido club han hecho patente su malestar. No han recibido con agrado la polémica, a pesar de que la organización del evento se ha gestionado a través de una empresa externa.
La larga lista de invitados que se ha convertido en la protagonista de las últimas horas ha generado malestar entre propios y extraños. Un listado del que además, ha presumido púbicamente el propio Pedro J. a pesar las críticas vertidas tras conocerse la noticia.
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