Después de un año de pandemia por COVID-19, nadie duda del impacto que está generando en la salud física y mental de los ciudadanos. La necesidad de llevar una vida sana y realizar hábitos que nos ayuden a mejorar nuestro bienestar se ha convertido en tendencia en los últimos meses.
Actualmente, el l 79% de los ciudadanos entrevistados afirma que compra productos y servicios que le ayudan a cuidar de su salud y bienestar. El mismo porcentaje que declara que cuida el tipo de comidas y bebidas que consume. Esta tendencia se va acrecentando conforme pasan los meses: la práctica del deporte ha aumentado en 3 puntos desde noviembre de 2020 y llevar una dieta más sana ha crecido en 4.
Además, el consumo de vitaminas y suplementos para reforzar el sistema inmunitario, mantener una rutina que incluya un horario de sueño y comprar productos orgánicos y naturales, son las otras medidas que más están tomando los ciudadanos para sentirse sanos.
Las mujeres han sufrido la COVID-19 con mayor impacto en términos de salud y, además, se sienten más frustradas, sensibles, solas y asustadas con la situación. Teniendo en cuenta esta situación, es normal que las mujeres sean algo más propensas que los hombres a adoptar estas medidas de bienestar para tener una cierta sensación de control.
Mientras que los hombres se inclinan más por hacer ejercicio para mantenerse sanos, las mujeres optan más por comer de forma nutritiva y tomar vitaminas y suplementos para reforzar su sistema inmune.
Plataformas online sobre salud y bienestar
No obstante, también ha aumentado la proporción de personas que comparten información sobre su salud a través de plataformas online a cambio de tener acceso a nuevos servicios que les ayuden a mejorar su salud y bienestar. De media global, un 63% de los entrevistados así lo afirma
En ese sentido, existen diferencias entre los distintos países. España se sitúa como uno de los que menos cómodos que se siente compartiendo esta información, ya que solo la mitad de los españoles (53%) se sentiría bien haciéndolo. Además, otros países europeos como Francia (52%) y Alemania (48%) siguen en la misma línea. Por otro lado, Italia y Reino Unido (68%) son más propensos a compartir esta información.
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