Mutua Montañesa, mutua colaboradora con la Seguridad Social número 7 y con más de un siglo de vida dedicado a la gestión de la salud laboral de sus empresas y trabajadores protegidos, quiere celebrar el Día Mundial de la Rehabilitación, que se celebra mañana en todo el mundo, con un balance sobre cómo esta área ha ido cambiando y adaptándose en el último año a la realidad de un mundo confinado y en pandemia.
Así, como explica Alberto Gómez Merino, Jefe de Fisioterapia de Mutua Montañesa, el reto ha sido “enorme”, puesto que la situación causada por la covid-19 “ha influido mucho en la forma de proceder en el sector de la fisioterapia y la rehabilitación”. Un nuevo enfoque al que han tenido que orientarse las actividades de rehabilitación, enfocadas a las indispensables medidas de protección e higiene para garantizar la seguridad. La constante limpieza y desinfección tanto de las instalaciones como la del propio material que se utiliza en las sesiones han sido clave para hacer frente a la llamada nueva normalidad.
Transcurridos ya 12 meses del inicio de la pandemia, Mutua Montañesa ha retomado toda su actividad de forma presencial, lejos de lo ocurrido el año pasado, en pleno confinamiento, cuando el organismo activó inevitablemente un plan de seguimiento individualizado de cada paciente para continuar con todos los planes desde sus respectivas casas, con distintas pautas de ejercicios y consultas telemáticas semanales.
Sin embargo, los pilares de la rehabilitación en ningún momento han cambiado: “Buena adherencia al tratamiento, confianza en el médico y fisioterapeuta, y esfuerzo y ganas de recuperarse”, como resume Gómez Merino como base para una óptima recuperación.
La importancia del aspecto psicológico para la rehabilitación.
El aspecto psicológico también juega siempre un papel muy importante a lo largo de dicho proceso. Es muy relevante, por parte del médico, erigirse como una fuente constante de motivación y apoyo, sobre todo cuanto se trata de lesiones de larga duración. “El hecho de que exista una confianza mutua entre rehabilitador y paciente mejora los resultados”, puesto que, según el responsable de Rehabilitación de Mutua Montañesa, permite que el paciente se sienta “comprometido y motivado”, y el rehabilitador, por su parte, “satisfecho al ver que su trabajo da frutos”.
Actualmente, las lesiones más comunes a las que hacen frente los profesionales de Mutua Montañesa son las de columna, como la cervicalgia y la lumbalgia, además de las lesiones traumáticas de hombro y rodilla y los esguinces de tobillo, todas ellas derivadas del ámbito laboral. Alberto asegura, en este caso, que los procesos más complicados son normalmente “aquellos en los cuales la duración se extiende mucho en el tiempo”, debido a “las repercusiones físicas y psicológicas que ocasiona para el paciente”.
Mutua Montañesa quiere reflexionar así acerca de todos los cambios y adaptaciones que ha tenido que tomar para asegurar que la razón principal de su actividad, el proporcionar los mejores servicios a sus pacientes protegidos, siguiera su rumbo de una manera inquebrantable ante cualquier situación, antes y durante la pandemia. Y por ello, hoy lo pone en valor en el día mundial de esta actividad esencial para la recuperación de los trabajadores.