La Unidad de Cirugía de Columna del Hospital Universitario Infanta Elena -integrado en la red sanitaria pública madrileña-, que atiende una media de 15.000 consultas anuales y realiza en torno a unas 400 intervenciones, “resuelve de manera satisfactoria más del 80 por ciento de las intervenciones de raquis, ya sean a nivel lumbar, cervical o dorsal”, asegura el Dr. Tomasz Zbigniew Rumin, médico adjunto de Cirugía Ortopédica y Traumatología del centro.
Estos resultados -añade- responden a la disponibilidad de profesionales especializados, equipamiento y material específico para llevar a cabo desde las técnicas más tradicionales hasta las más novedosas realizadas mediante abordajes endoscópicos o percutáneos con mínima invasión y daño de las partes blandas.
La unidad ha adquirido en la actualidad una especial relevancia, ya que las lesiones y problemas de columna se encuentran entre los numerosos efectos colaterales de la pandemia generada por la Covid-19. “Evidentemente, el virus no afecta a las vértebras, pero la falta de ejercicio y de movimiento durante el confinamiento, la sedestación prolongada debida al teletrabajo, e incluso otros factores como el estrés psicológico por la complicada situación, se han traducido en un aumento del dolor lumbar y cervical de origen muscular”, indica el Dr. Rumin.
“Antes de diagnosticar a un paciente de dolor muscular es necesario descartar otros problemas de columna que cursan con dolor lumbar”, subraya el especialista, indicando que, con este objetivo, la Unidad de Cirugía de Columna del Hospital Universitario Infanta Elena completa habitualmente su estudio del paciente con dolor con al menos una resonancia magnética nuclear.
Un estudio individualizado del paciente
En este sentido, y tal y como detalla el Dr. Rumin, hay pacientes cuya enfermedad se resuelve con cirugía mínimamente invasiva y otros que requieren de cirugía abierta para lograr un buen resultado y recuperación: “Asimismo, otros solo necesitan es que se les escuche con atención y que comprendamos su sufrimiento, pero que no prescribamos ningún tratamiento quirúrgico si con él no vamos a mejorar su calidad de vida”, matiza, enfatizando la necesidad y beneficios del estudio y abordaje de cada caso de forma individualizada.
En caso de requerir una intervención quirúrgica, es fundamental contar con un equipo de profesionales experimentados que, apoyados por la tecnología adecuada, oriente y aconseje la técnica más indicada para cada paciente.
La cirugía de columna vertebral se realiza para corregir las anomalías anatómicas que causan discapacidad y dolor en un paciente. Estas intervenciones abordan desde descompresiones -liberación de estructuras nerviosas como la médula espinal o raíces nerviosas que están comprimidas, por ejemplo, por una hernia- hasta artrodesis -fijación que fusiona varias vertebras para dar estabilidad y/o corregir las deformidades de la columna vertebral-.
Estas intervenciones se realizaban hasta hace relativamente poco mediante cirugía abierta con amplias incisiones. Actualmente, se dispone de técnicas y tecnología que permiten abordar alguno de estos casos con cirugía mínimamente invasiva. “El hospital cuenta con uno de los mejores sistemas endoscópicos del mercado, gracias al cual podemos intervenir al paciente a través de pequeños orificios por los que introducimos unas minicámaras para ver el campo quirúrgico, reduciendo así las incisiones a la mínima expresión y agilizando la recuperación del paciente sin menoscabo de unos resultados satisfactorios”, subraya el Dr. Rumin.
Apuesta por la telemedicina
Aproximadamente un tercio de las consultas que realiza el Servicio de Traumatología del Hospital Universitario Infanta Elena están relacionadas con la columna, y menos de un 2 por ciento de ellas precisan atención quirúrgica. Ahora, en respuesta a la situación de pandemia, y con el objetivo de proteger al paciente asegurando al mismo tiempo su seguimiento médico, la Unidad de Cirugía Columna de este centro hospitalario ha desarrollado un proyecto para llevar a cabo las revisiones de forma no presencial.
De esta manera, y en función de la patología, una vez el paciente acude al hospital para ser explorado y realizarse las pruebas pertinentes, no es preciso que se desplace físicamente una segunda vez al centro para conocer los resultados. “Los especialistas revisamos estas pruebas y las cotejamos con la exploración que hicimos determinando, si es preciso, que venga nuevamente al hospital. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, podemos mandarles a su dispositivo móvil, a través del Portal del Paciente -aplicación de desarrollo propio-, los resultados, recomendaciones y, en el caso de que sea necesario, la receta electrónica para que pueda recoger su medicación en la farmacia”, explica el Dr. Rumin.
“Esta medida permite ofrecer un servicio mucho más seguro y cómodo a los pacientes en el contexto actual, al tiempo que nos facilita una atención más eficiente”, explica el especialista, apuntando: “Las consultas no presenciales son accesibles a pacientes de cualquier área sanitaria de la Comunidad de Madrid, minimizando el número de visitas necesarias al hospital”. Gracias al derecho a la libre elección de hospital, todo paciente de la Comunidad de Madrid de cualquier edad que sufra alguna lesión en la columna vertebral puede solicitar valoración en la Unidad de Cirugía Columna del Hospital Universitario Infanta Elena.
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