Tomar el sol sin riesgos y la fotoprotección sigue siendo asignaturas pendientes en el cuidado de la piel de los españoles. Según los datos del estudio de Cinfa “Percepción y hábitos de salud de la población española en torno a la fotoprotección”, sólo el 2,5% de los españoles se aplica de manera correcta la crema fotoprotectora.
Existen tres medidas fundamentales que garantizan la eficacia de los protoprotectores: aplicarse el producto treinta minutos antes de tomar el sol, renovar la fotoprotección cada dos horas y reaplicarlo tras bañarse o secarse.
En tiempos de COVID-19, el doctor Maset advierte que “los rayos solares atraviesan la mascarilla y penetran en nuestra piel. Por ello, si queremos proteger nuestro rostro del sol, cada día y antes de salir de casa hemos de aplicarnos fotoprotector por toda la cara, aunque a continuación vayamos a cubrirla con este elemento. No debemos olvidar que la función de la mascarilla es protegernos de la infección por COVID-19, no del sol”.
Consejos para tomar el sol con responsabilidad
1. La mascarilla no protege del sol. Es muy necesario aplicar el fotoprotector por toda la cara y en el resto de zonas descubiertas, diariamente y antes de salir de casa.
2. No abusar del sol. No debemos permanecer más de una o dos horas bajo el sol en los primeros días de playa o piscina. Después, se podrá ir aumentando poco a poco el tiempo de exposición.
3. Evitar la exposición solar en las horas centrales del día. Los rayos solares son más fuertes y perjudiciales entre las 12 de la mañana y las 4 de la tarde.
4. Consultar los índices ultravioleta (IUV). A partir de un índice 6, el riesgo es alto y se deben extremar las medidas de fotoprotección.
5. Utilizar un fotoprotector adecuado al fototipo y a las circunstancias de la exposición. Nunca debemos aplicar un factor de protección inferior a 30 y es conveniente elegir productos cuyo envase especifique que protege de todos los tipos de radiaciones solares: la ultravioleta, la infrarroja y la visible.
6. Proteger tu cuerpo con la ropa adecuada y sombrero. Es mejor optar por prendas holgadas y ligeras, de tejidos frescos y naturales como el lino y el algodón, y colores claros.
7. Utilizar gafas de sol para evitar los daños oculares. Es necesario que las gafas tengan una protección 100% frente a los rayos UV que estén homologadas por la Unión Europea.
8. La sombra, la mejor aliada. No olvides que su protección no es total, deberás aplicarte fotoprotección igualmente.
9. Educa a los niños sobre la necesidad de protegerse del sol. Los niños menores de 1 año nunca deben ser expuestos directamente al sol y, cuando tienen 2 o 3 años, se deben extremar todas las medidas de fotoprotección (prendas de vestir, gorros y gafas de sol). Además de aplicarles fotoprotectores específicos para niños con SPF 50+ y el símbolo .
10. Mucho cuidado con las salas de bronceado. El bronceado artificial no protege frente al fotoenvejecimiento y conlleva un riesgo de cáncer de piel, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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