La sociedad es más consciente de la importancia de incorporar hábitos que cuiden el planeta y minimicen el impacto medioambiental. Tener en cuenta estos aspectos a la hora de comer o llevar un estilo de vida más sostenible está, cada vez, más en auge.
Actualmente, el 76% de los españoles entiende que un alimento de cultivo sostenible procede de un tipo de agricultura que protege el medioambiente, es socialmente responsable y rentable para los agricultores, según el estudio “Kellogg, Sencillez desde el origen”.
Con motivo del Día de la Gastronomía Sostenible, Kellogg lanza una serie de consejos para apoyar una alimentación que tenga en cuenta el origen de los ingredientes, su modo de cultivo, su forma de llegar a nuestros mercados y a nuestra mesa.
Claves para llevar una alimentación sostenible
1. Dieta basada en vegetales. Aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal como frutas, hortalizas, cereales, frutos secos o semillas, es bueno para nuestra salud y para la del planeta. Según la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación) se necesita con urgencia adoptar dietas que sean sostenibles a nivel mundial y estas deben incluir una gran parte de productos plant-based.
2. Reducir el uso de plásticos y apostar por los materiales reciclados. Cada vez son más las empresas que aplican la política de “no plásticos” en sus embalajes y las que se comprometen a utilizar materiales reciclados para envasar sus productos.
3. Reutilizar los envases de los productos. Además de comprar productos envasados con materiales reciclados es muy importante asegurarnos tanto de reciclar como de reutilizar los envases para reducir residuos.
4. Tener en cuenta el impacto de la cadena de suministro. El transporte a gran escala supone una de las emisiones de huella de carbono más elevadas del planeta. Por ese motivo, consumir productos cultivados o elaborados en nuestro entorno puede ayudar a reducir el impacto ambiental a la vez que aumenta el impacto social y promueve la economía local.
5. Planificar las comidas. Al organizar las comidas de la semana logramos reducir el desperdicio y contribuir a la sostenibilidad alimentaria. Además, evitaremos comprar de más cuando vayamos a la compra y ahorraremos dinero.
Seguiremos informando…