La COVID-19 ha provocado retrasos en el diagnóstico del melanoma en fases iniciales, lo que ha conllevado a un importante aumento del número de casos avanzados y metástasis. Distintos expertos en la enfermedad así lo han manifestado durante la mesa redonda organizada por la Sección Centro de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) con la colaboración de Novartis.
El melanoma es el tipo de cáncer de piel más agresivo y su incidencia ha experimentado un importante ascenso en los últimos años, con 324.000 nuevos casos al año en el mundo y más de 6.000 en España.
No obstante, la crisis sanitaria también ha tenido un impacto negativo en la detección precoz de esta patología, favoreciendo un aumento de casos de lesiones en fases avanzadas. Según la European Cancer Organization, más de un millón de casos de cáncer no fueron diagnosticados durante la pandemia y, a día de hoy, uno de cada cinco pacientes sigue sin recibir el tratamiento que necesita.
Melanoma: la atención primaria es imprescindible
El doctor David Palacios, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) en Madrid, explica que “la atención primaria es la puerta de entrada al circuito asistencial del melanoma, y, naturalmente, durante la pandemia centramos nuestra actividad en el coronavirus por lo que nuestra labor en el cribado del melanoma se vio muy reducida”.
La supervivencia a cinco años desde el diagnóstico ha mejorado de forma significativa, superando el 90% en los pacientes diagnosticados en estadios tempranos de la enfermedad. No obstante, el doctor Enrique Espinosa, jefe de sección del Servicio de Oncología del Hospital Universitario La Paz y vicepresidente del Grupo Español Multidisciplinar de Melanoma (GEM), afirma que “estamos viendo un mayor volumen de melanomas primarios profundos y metástasis a distancia. El melanoma tiene predilección por el cerebro, y la metástasis en esta zona es devastadora. El tratamiento en estos casos presenta más dificultades”.
Nuevas tecnologías, biomarcadores y tratamientos
La introducción de las nuevas tecnologías ha permitido mantener la actividad de las consultas de melanoma. Según el doctor Pablo Ortiz, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario 12 de Octubre, herramientas como la teledermatología y la teledermatoscopia “han llegado para quedarse. Nos ayudan a ganar en eficiencia y agilidad para evitar retrasos en la detección del melanoma”.
Por otro lado, resulta imprescindible potenciar la introducción de biomarcadores y la realización de estudios moleculares. De esta manera, se podrá determinar con precisión el perfil del tumor y el tratamiento más adecuado, además de la necesidad de acelerar la llegada de nuevos tratamientos y nuevas indicaciones.
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