La Navidad se acerca y, con ella, la esperanza de poder disfrutarlas con cierta normalidad. Sin embargo, parece que se está produciendo un retroceso en el control de la pandemia que puede afectar a las celebraciones con familiares y amigos. En este sentido, según la última oleada del estudio Essentials de Ipsos, aunque el virus sigue estando presente, un 59% de la población mundial encuestada afirma que las fiestas serán diferentes a las del año pasado. No obstante, cuatro de cada diez creen que las navidades seguirán estando marcadas por las medidas para contener el virus.
La preocupación por las nuevas olas aumenta
El estudio refleja que existe un repunte en la preocupación a nivel mundial sobre un retroceso en el control de la pandemia y la llegada de una nueva ola de COVID-19. Después de varios meses de caídas a nivel global, la inquietud de la población se ha incrementado en 4 puntos, de un 67% al 71%.
Los ciudadanos europeos también observan con inquietud las posibles nuevas olas del virus, con una sensación de que las cosas pueden ir a peor. Y es que, Europa vuelve a convertirse en uno de los focos centrales de la epidemia a nivel global, a pesar de las altas tasas de vacunación del continente, como es el caso de España, Italia o Francia.
Si hablamos de España, un 65% de la población sí cree que habrá otra ola de infecciones por la COVID-19 en el país, aumentando en 6 puntos respecto al mes de octubre. Sin embargo, la inquietud en España por un repunte del virus es menor que la media mundial y también más baja que entre los países de su entorno, como en Alemania (81%), en Reino Unido (78%), en Francia (73%) y en Italia (71%).
¿Cómo celebraremos las fiestas?
El análisis indica que las celebraciones en persona aún están en fase de recuperación. De media, tres de cada diez encuestados organizará menos eventos navideños en casa y el 34% asistirá a menos fiestas fuera.
Según Vicente Castellanos, director de Opinión Pública y Estudios Políticos de Ipsos en España, “la percepción sobre la pandemia sigue marcando el pulso del comportamiento ciudadano. Al hilo del reciente aumento de casos en los países de nuestro entorno, el consumo se contrae, así como las actividades sociales relacionadas. Existe cierto clima de pre- alarma que mantiene a la Opinión Pública atenta a los datos de infección y, por tanto, a su repercusión”.
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