Silencio tenso en Prisa y en RTVE tras quedar en evidencia que el director editorial del grupo editor de El País y la SER, Miguel Barroso, y el máximo responsable de La Coproductora, José Miguel Contreras, beneficiaria de contratos con la Corporación pública, ejercieron como “enviados especiales” por cuenta del Gobierno de Pedro Sánchez para “encauzar” al todavía jefe de gabinete del presidente, Iván Redondo.
Así lo ha desvelado días atrás ‘El Confidencial’, que incluso ha publicado los mensajes intercambiados entre el consultor y los dos empresarios a raíz de una cita, en julio y en vísperas de la crisis de Gobierno. Un dato mucho más demoledor si se tiene en cuenta que los ‘Migueles’, como son conocidos desde hace años, negaron dicha cena en el restaurante madrileño La Trainera.
Desde entonces, callada absoluta. Fuentes cercanas a ambos señalan su inquietud por haber quedado en evidencia. Y es que la historia no es baladí. Por otra parte, no resulta extraño a quienes conocen la trayectoria de Barroso y Contreras, núcleo duro de los ‘brujos visitadores’ -término popularizado por Juan Luis Cebrián para definir a este grupo de asesores oficiosos del zapaterismo-, y cómo han avanzado posiciones en los últimos tiempos en el entorno de Sánchez. Tanto que han conseguido colocar diversos peones de alto nivel en lo más alto de la estructura de Moncloa.
La situación es tensa, reconocen tanto en Prisa como en la Corporación pública, por razones evidentes. Desde el grupo editorial se apunta que toda la Casa anda revuelta por las informaciones de ‘El Confidencial’ y a la espera de ver cómo capea Barroso el asunto. Al fin y al cabo, su labor como directivo queda en entredicho y no deja en buen lugar al propio grupo. No faltan quienes se preguntan si Joseph Oughourlian va a tomar cartas en el asunto. “Que Prisa está alineada editorialmente con el Gobierno es un hecho. Pero que quien marque esa línea haga funciones más cercanas a un protagonista de ‘El Padrino’, dando ultimátum a un alto cargo del Ejecutivo por encargo del propio presidente, es un hecho gravísimo”, afirman.
Algo parecido sucede con Contreras, cuya La Coproductora se nutre principalmente de los contratos otorgados por RTVE. En este caso, en el Ente hay quienes se preguntan si lo de Contreras no incurre en el cohecho: “Hay un productor que lleva a cabo misiones para el Gobierno al mismo tiempo que se beneficia de los fondos públicos de la Corporación. Y, al mismo tiempo, estando alineado con el Gobierno, produce un espacio que, tras conocerse todo esto, queda en evidencia en lo que respecta a quién sirve”, asegura una fuente sindical de RTVE. “Cuando menos, queda la duda de si todo esto es un pago por los servicios que presta al Ejecutivo”, afirma otra.
Precisamente este asunto está siendo objeto de debate por algunos de los sindicatos de la Corporación, que estudian pedir explicaciones a José Manuel Pérez Tornero. Como se recuerda en el Ente, tras la polémica por el final de ‘Las Cosas Claras’, el presidente de la Corporación salvó de la quema a Contreras, a pesar de haber podido laminarle. La decisión, por cierto, fue achacada a presiones políticas gubernamentales, que habrían transmitido todo tipo de mensajes favorables a Contreras. Ahora ya se sabe por qué…
La cuestión también está sobre el tapete político, ya que en PP y Vox hay quienes creen que el asunto debe llegar a la Comisión de Control de RTVE.
