La Comisión de Salud Pública, representada por todas las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, acordó ayer “por unanimidad” reducir la cuarentena o aislamiento de positivos asintomáticos por COVID-19 a 7 días, en lugar de los 10 que se recomendaban hasta ahora.
De esta manera, aquellas personas infectadas con carácter leve por coronavirus deben aislarse 3 días menos, siempre y cuando sean asintomáticos. Esta medida entra en vigor para los diagnosticados a partir de hoy jueves 30 de diciembre. No obstante, los contactos de positivos que estén vacunados pero sin síntomas no necesitan aislarse, pero sí es aconsejable que reduzcan su interacción social.
“El enfermo asintomático no existe”
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, acompañada por el director del Instituto de Salud Carlos III, Cristóbal Belda, puntualizó ayer que esta medida está indicada para las personas con infección asintomática, mientras que los que tengan síntomas “tendrán que esperar al periodo anterior” de 10 días. “El enfermo asintomático no existe, son personas que tienen el virus pero no desarrollan la enfermedad. Quienes tienen síntomas tienen enfermedad”, añadió Belda.
Aislamiento o cuarentena, no es lo mismo
El aislamiento se aplica a personas infectadas por el SARS-CoV-2, según indica el documento del Ministerio de Sanidad “Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de COVID-19”. Este aislamiento se debe hacer en casa, evitando salir de la habitación, manteniéndola ventilada y con la puerta cerrada. Lo recomendable es utilizar un baño propio y, si tiene que ser compartido, es conveniente desinfectarlo antes de que lo usen otros.
Sin embargo, la cuarentena es para personas que han sido contactos estrechos con personas infectadas pero no han dado positivo en ninguna prueba diagnóstica. Se trata de una de las principales medidas de prevención para reducir la posible expansión del virus a través de personas que podrían estar infectadas pero aún no lo saben, su carga viral es demasiado baja o aún no se han realizado ninguna prueba de detección.
Para llevar a cabo la cuarentena, se debe permanecer en casa (preferiblemente en una habitación) durante 7 días desde el último contacto, evitando el contacto con los convivientes y utilizando mascarilla si se frecuentan zonas comunes. Es muy importante observar con detenimiento la aparición de síntomas como fiebre, tos o dificultad respiratoria.
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