La cúpula de RTVE hace aguas. Su presidente, José Manuel Pérez Tornero, se encuentra en una posición complicada. Y no sólo por la cuestión de la facturación por parte de su empresa, sino por los datos que arrastra la Corporación pública, especialmente su buque insignia, La 1 de TVE.
El 2 de enero, en torno a las 9.30 de la mañana, hubo directivos que tuvieron que tragarse un sapo del tamaño del Titanic: TVE perdía, por primera vez en la historia de la televisión en España, el liderazgo en las Campanadas en favor de Antena 3. Una derrota sin paliativos que, según han expresado fuentes de la Corporación, “es la guinda a un año desastroso”.
Porque apenas unos días antes la Corporación tenía que tragarse otro sapo: el que La 1, buque insignia de RTVE, cerrase las audiencias anuales con su peor dato histórico, no superando ningún mes del año el 10% en cuota media de audiencia.
Con este panorama, la situación en el Ente es desastrosa. “Tornero está en un fuego cruzado y no sabe por dónde salir y hay directivos que están a por uvas, esperando para cobrar lo que dure su nombramiento mientras intentan negociar con empresas y productoras por lo que pudiera pasar. La plantilla, a lo suyo y desmoralizada y los sindicatos, en general, peleándose por ver quién hace más ruido”, señalan fuentes de la cadena pública.
A esto se suma la sensación de que, con este panorama, no faltan quienes buscan contribuir a derruir las escasas ruinas de la Corporación, tanto desde dentro como desde fuera, por las parcelas de poder. Así, hay quienes escrutan el comportamiento de CC.OO., correa de transmisión de los intereses de Unidas Podemos en el Ente, que busca descabalgar desde su nombramiento a Pérez Tornero.
Pero no son los únicos. Dentro de la Corporación se tiene más temor a dos personajes más influyentes, ‘los Migueles’, o sea, Miguel Barroso y José Miguel Contreras, que ya mostraron la patita con una pieza convenientemente enfocada en ‘El País’ ante los presuntos escándalos de Tornero. Los ‘Migueles’, asesores de Pedro Sánchez, van a por Tornero, a pesar de que éste respetase la continuidad de los contratos de La Coproductora de Contreras.
Uno de los escollos en esa acción es el Partido Popular, ya que Tornero salió presidente a través de un pacto conjunto entre los populares y los socialistas. Tocar al presidente de la Corporación exige, aseguran diversas fuentes, ‘finezza’ para no soliviantar al PP. La vía más adecuada, aparentemente, sería encontrar algo en el tema de los contratos de sus empresas que pudiera forzar su cese/renuncia.
En cualquier caso, esto ya describe bastante el estado en que se encuentra la Corporación, con una cúpula más atenta a lo que puede pasar desde fuera que a su trabajo.
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