El verano es una época estupenda para que los niños pongan en práctica los conocientos adquiridos durante el curso y no pierdan el hábito de trabajo, pero debe hacerse de una forma distendida y que resulte entretenida. Por lo general son los profesores los que marcan las pautas de las tareas a realizar teniendo en cuenta las necesidades de cada niño e indicando a los padres las áreas que deben reforzar en cada caso.
El verano es una época estupenda para que los niños pongan en práctica los conocientos adquiridos durante el curso y no pierdan el hábito de trabajo, pero debe hacerse de una forma distendida y que resulte entretenida. Por lo general son los profesores los que marcan las pautas de las tareas a realizar teniendo en cuenta las necesidades de cada niño e indicando a los padres las áreas que deben reforzar en cada caso.
La mayoría de los centros educativos recomiendan la utilización de cuadernos para el verano, sobre todo en aquellos casos en que el rendiento académico no ha sido todo lo deseable que se esperaba.
La planificación de las tareas estivales debe llevarse a cabo de forma estricta, dedicándole el tiempo necesario, según la edad y las necesidades del niño. El mejor momento del día es sin duda, las mañanas, después de un buen desayuno, que es cuando el niño se encuentra más descansado intelectualmente y tiene la certeza de que le quedará el resto del día para realizar tareas más gratificantes.
Es muy recomendable la práctica de la lectura durante el verano, ya que ésta refuerza la comprensión y lo tanto la capacidad de asilación de contenidos es mayor. Si el niño es muy pequeño es conveniente que, en ocasiones, practique la lectura con sus padres que además de corregir los posibles fallos se refuerzan los lazos afectivos. Si además luego le pregunta los temas que ha leído le ayudará a mejorar la expresión y sus habilidades verbales.
La escritura no debe quedarse atrás. Los niños pueden practicarla escribiendo cartas o postales a familiares o amigos que vivan en otras ciudades, pero lo que más les puede motivar es chatear Intet con amigos, lo que los padres deben estar pendientes para que la realización de esta práctica no se convierta en una adicción.
En cuanto al tiempo de ocio, se pueden hacer muchas tareas como llevarles a la piscina o a la playa, realizar actividades culturales como ir a museos, exposiciones, cine o teatro, organizar pequeñas excursiones al campo, practicar algún dete como la natación, etc.
