LIMA (28/02/06) Una de las premisas de la propaganda que anotara Goebbels era el de la splificación y el enemigo único. En el caso de la estrategia de campaña del candidato a
Uno de los últos pronunciamientos tuvo como plataforma el diario chileno El Mercurio, donde en una entrevista Humala planteó una contradicción discursiva: afirmó que no es “antichileno”, pero aprovechó para asegurar que un eventual gobierno suyo pondría litaciones a las inversiones procedentes del vecino país en actividades estratégicas, como la energía, los puertos y la aviación comercial.
Además de “poner límite a las inversiones chilenas en actividades estratégicas, como el tema tuario”, dijo que no expropiaría la línea aérea LAN Perú, subsidiaria de LAN Chile, pero “lo que queremos es romper el cuasi monopolio” que ella ejerce en el mercado doméstico peruano.
Al respecto, el presidente de
Discursos belicistas
Tanto el candidato peruano como el mandatario boliviano Evo Morales han cuestionado las decisiones del gobierno chileno respecto de su política de Defensa. En la entrevista de El Mercurio, cuando la periodista le recordó que su padre había dicho que declararía la guerra a Chile, Humala respondió, con una sonrisa, que él se opone a esa idea, pero agregó que le “preocupa cuando Chile entra en una compra compulsiva de armamentos que, a mi juicio, hace tiempo han superado ya el nivel de renovación” de material. “Creo que han roto el equilibrio estratégico militar en la región, y en aras de la transparencia me gustaría saber realmente para qué están comprando tanto”, agregó.
Por su parte, el Ministro de Defensa del país cocalero, Walter San Miguel, declaró a la prensa que “el presidente tiene la idea de potenciar las fuerzas armadas para la seguridad interna, la paz y la preservación de los recursos naturales del país”. Lo dijo justo después de que el gobierno chileno decidiera el despliegue de nuevos cazabombarderos en la frontera de su país con Perú y Bolivia.
Chile ha comprado en el últo tiempo aviones de combate F16 en de fabricación estadounidense, tanques Leopard alemanes y varias unidades para su marina de guerra, incluso dos modernos submarinos, pero las autoridades locales arguyen que se trata sólo de reemplazo de material obsoleto.