Éramos pocos y parió la abuela o el abuelo o los dos juntos. Como si no tuviéramos suficiente con lo que tenemos, ahora han entrado en juego en la política madrileña Los verdes, ese partido del que uno no se acuerda hasta que se acercan unas elecciones y empiezan a dar guerra. En esta ocasión han decidido no quedarse fuera del reparto del pastel… si hay reparto, claro, que con el PP de Gallardón es muy probable que en vez de tarta de chocolate se tengan que conformar con un Kebab frío de los que venden Madrid de madrugada…
Los ecologistas han propuesto un pacto del Tinel a ritmo de chotis, y quieren crear una coalición de izquierdas junto a PSOE e IU para desbancar al alcalde de su sillón en el Ayuntamiento y, como no, intentar aislar una vez más a los populares de la política nacional, regional o local, ¡donde se pueda! ‘A situaciones desesperadas respuestas desesperadas’, y es que en la oposición no saben como hacer para quitarse a Gallardón de en medio, más cuando todavía los socialistas no conocen ni a su propio candidato. Pero Pepiño, erre que erre, sigue esperando una señal ¿divina? para desvelar el secreto… ¿no será que lo que esconde es que todavía no hay un nombre que esconder?
El PSM se va alejando cada vez más de la batalla
Mientras, Gallardón se cuelga una nueva medalla gracias al éxito de La noche en blanco, que siguió la cuarta parte de los madrileños y más de uno y de dos llegados de fuera. Mata así dos pájaros de un tiro, anuncia la edición anual de esta original cita cultural (Todo sirve para hacer campaña) y olvida el fracaso de la semana de la movilidad, que ha finalizado con un aumento del 60% del uso del coche privado.
En fin, pongamos que hablo de Madrid…
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