En el “cuartel de los galácticos saltaban algo más que las chispas”. Eso me decía un buen amigo y forofo del equipo blanco, tras la fuerte polémica recogida en los Medios en torno a unas declaraciones del presidente del Real Madrid realizadas recientemente en un foro universitario. Aunque tengo que reconocer que no sé nada de fútbol y no sigo su actualidad, ese día no sólo leí los titulares de detes, sino que me empape las noticias referidas a la cuestión que tal revuelo mediático había levantado. Y como desconozco la realidad del club de los galácticos y su comunicación, no creo, y eso no voy a hacerlo, que deba opinar sobre las declaraciones realizadas su presidente… además para eso ya está mi amigo…
Pero el asunto, al menos, puede servir para reflexionar sobre la comunicación empresarial e institucional de todos los que nos dedicamos a ella pues pone de manifiesto que todos los públicos son permeables a la información, independientemente del foro donde se produzca. Así, todo lo que se comunique internamente es susceptible de llegar al exterior y en consecuencia de crear agen entre los Medios de Comunicación, los Clientes, los Proveedores, los Accionistas, las autoridades, los sindicatos, etc. Y viceversa. Todo lo que se comunique fuera puede tener una gran repercusión interna.
Los empresarios deben gestionar la comunicación de manera profesional, desde una óptica global, teniendo en cuenta a todos los públicos y a todos los mercados. Porque ya no es posible, ejemplo, dar un mensaje únicamente dirigido a los trabajadores; en prer lugar que éstos pueden ser a la vez clientes o accionistas de la empresa y, en segundo, que hoy es una quera poner límites a la difusión de la información y establecer barreras geográficas. Éstas han quedado desdibujadas con las nuevas tecnologías, que confieren a la difusión de la información dos nuevos sellos: la inmediatez, en muchos casos hablamos de ‘tiempo real’, y la disponibilidad, en ocasiones accesibilidad total, no sólo para un reducido número de personas.
Y también deben ser conscientes de que cualquier intervención pública hay que prepararla. No ta tanto si es una audiencia externa o interna. Si es ante analistas de la City londinense o ante jóvenes aspirantes…. En comunicación lo realmente tante es saber qué decir y cómo decirlo.
Es haber previsto antes de una intervención pública qué tipo de preguntas (desde la más canalla hasta la más bondadosa te pueden hacer) y cuál es tu mejor respuesta para ellas. Y aunque en esto de la comunicación no siempre dos y dos suman cuatro, siempre y cuando sea posible lo más acertado es planificar y prever Y, algo muy tante, convencerse de que la mejor provisación es la que se ha preparado….”Hacen falta tres semanas para preparar un discurso provisado”, que decía Mark Twain.
….Una reflexión que puede servir para que “no te cuelen un gol la escuadra…” cómo dice mi amigo.
Charo Gómez
Directora de Estudio de Comunicación
