Los 2.329 ayuntamientos en los que el PSOE obtuvo ayer la mayoría absoluta introducirán en todas las empresas públicas municipales un código ético de conducta y la aplicación de los criterios de responsabilidad social.
Entre las buenas prácticas que está previsto adoptar figuran ‘la creación de redes locales entre los agentes socioeconómicos, que redunden en la mejora del bienestar social y la sostenibilidad del territorio’, además de intentar conseguir una identificación adecuada y positiva entre las empresa y la sociedad.
Las empresas públicas municipales que dependan de ayuntamientos socialistas tendrán un control sobre la cadena de proveedores y subcontratistas, desarrollarán prácticas medioambientales focalizadas en el uso de energías renovables, la gestión de residuos y el tratamiento de aguas, entre otros aspectos.
Por últo, estas entidades elaborarán memorias de responsabilidad social, que incluyan indicadores y objetivos tales como la aplicación de políticas de igual de género y no discrinación, las acciones sociales que realizan, políticas a favor de colectivos en riesgo de exclusión, y prácticas de eficiencia energética.