Con el nuevo curso que acaba de comenzar, las empresas y sus directivos han venido con fuerza suficiente como para reventar las previsiones económicas de este año que entra. Las maneras que tienen para ello son variadas…
Con el nuevo curso que acaba de comenzar, las empresas y sus directivos han venido con fuerza suficiente como para reventar las previsiones económicas de este año que entra. Las maneras que tienen para ello son variadas: desde el trabajo continuo y esforzado para relanzar sus empresas hasta los cambios de agen corativa, sea ésta integral o de logo.
En este sentido cada vez son más las empresas que deciden cambiar (o acometer un ‘rebranding’, utilizando lenguaje iano) plicando a los consumidores directos, sean estos clientes o proveedores. De esta manera y con el llamado ‘colaborative g’, los creativos deciden dejarse la neurona en diseñar logos (aunque a veces esa neurona tire más a la vil copia del trabajo de otros) pero que sean los demás los que elijan cual, aunque este sistema de democracia no está muy claro a no ser que se depositen las bases ante notario.
Estos ‘colaborative g’ no están enfocados sólo a las grandes agencias de comunicación y de g. El sector farmacéutico se suma a este rebranding integral, o no, y son los demás los que tienen que hacerles comprender que de todas las posibilidades que dan para elegir, en realidad, no gusta ninguna, pero puestos a elegir, se elige.
Hace unos días la empresa de distribución española, Alliance Healthcare, envió un mailing anunciando los nuevos cambios corativos en su web después de la adquisición una compañía internacional. Hasta este punto todo normal ya que, si una empresa se integra en otra mayor, ha de adoptar la agen de esta últa aquello de agen de unidad. Sin embargo, otra empresa de distribución, líder en el sector en España y sin proyección internacional, Cofares, ha decidido que sean los farmacéuticos, o aquel que lea la información, los encargados de elegir el nuevo logo de la compañía.
Cofares necesita del rebranding para solventar los problemas que han tenido en este pasado año y que bien podría calificarse como ‘annus horribilis’; la no fusión con Hefame, la distribución directa parte de los laboratorios, el Dictamen Motivado, etc.. hace que el Consejo Directivo de la empresa distribuidora haya decido dar este paso cambiando el logotipo para ‘dar fortaleza y estabilidad a los grupos que rodean a la Cooperativa’, según reza la presentación de la campaña en el últo número de Mundo Farmacéutico.
Parece ser que con el fin de los calores las empresas tienen que intentar cerrar el año presupuestado en positivo, recobrar la confianza perdida en los últos meses, o splemente se trata de la idea más vieja del mundo: renovarse o morir.
Seguiremos informando…