En la Tierra a lunes, noviembre 18, 2024

LA NIÑA ELECTA

Nunca se podría haber aginado Mariano la enorme repercusión que levantó su niña. Hoy ya tenemos todo hecho. Todo hacer o ya nada se puede hacer. Con la niña o sin ella, el país se levantará el domingo dispuesto a entrar en otra época ya que todas las cosas fluyen y nada permanece… Ni siquiera el niño Zapatero, ese de las cejas marcadas, ese con quien Bécquer pudiera haber hecho la mejor de sus poemas, ¿Qué es poesía? dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es poesía? … poesía eres tú. Si José Luis, hombre del atril, Zetapé hijo, eres un poema que enca ha reñido con una niña. No es Carme Chacón, esa que se dejo la ene en el registro civil cuando nació. Ella ahora, es la niña de Felipe. Y tú ¿ qué no te buscas una antes de mañana? No veo que Sonso sea tu niña, yo creo que Tere, que es la más ‘in' del congreso, con sus rosas y sus lilas, pudiera ser tu nena cuatro años más. A ver si se suelta la melena o se peina esa cresta, tú verás… Otras niñas no llegarán a ser mujeres de este siglo. En el titular rezaba, ‘la mató que era suya' y aunque mañana reflexionemos qué vamos a hacer con este país, también tenemos que reconocernos mujeres de este tiempo, y mañana, también es nuestro día; la mujer trabajadora, cualquiera de las que usted conozca lo es. Esa que se levanta cada mañana y saca adelante a los cachorros y los ve crecer, esa que conoce que de ella dependen muchas cosas, esa niña, que pudiera ser usted, o la de Rajoy, ¿ qué no? Porque la de Rajoy, ya tiene nombre. Usted es una persona que nace mujer y es una triste desconocida, pero Mariano, ya va a poder bautizar a su niña. Se llamará Victoria Esperanza. Le diremos a Zetapé que adopte la vía rápida un niño si lo prefiere, aquello de llevarle la contraria y si De la Vega se raja que se manifiesta, le quedan esos que están dispuestos a morir succionados el ‘momento aborto' y que le llame ‘Pepe te odio'. Si se deja el acento en el registro, a la manera de Carme, podrían leer pepé, pero el caso es tirar lo que tenemos y volver a empezar.

El que se encuentre con ‘Victoria Esperanza' o con ‘Pepe te odio', no va a tener más remedio que rezar al Cristo de Medinaceli, en cuyas colas hoy veremos a personas que tienen que pedir algo. Todos tendríamos que hacer una cola que todos tenemos que pedir socorro. Algunos no tienen empleo, otros, salud, otros vivienda, otros no pueden ser operados, otros se quedaron sin plaza escolar, otros abortaron, otros, otros, otros… No somos dueños de la vida y menos de las esperanzas cuando las circunstancias nos juegan malas pasadas. La salud, sobre cuyo eje vive nuestro entorno, nos guía, aunque nunca lo pensemos, para que todos los días sean distintos. Sin salud, todos los días son iguales y no podemos elegir. La salud del país comenzará a curarse el día 10 o quizás esté en la lenta agonía que todos conocemos. Hoy, cierto, que también se reconoce la dieta mediterránea de nuevo, el ‘pescao', la fruta, el pan con cáscara… hoy, que la sal se destierra de nuestras vidas hará que el lunes, la sal de la vida comience cuatro años más. El devenir de nuevo, el carpe diem… y nos consolaremos y nos podremos saber que una victoria puede ser una esperanza para un país y una derrota, el desconsuelo de no cambiar las cosas. Y todo cambia cada día, aunque no lo notemos. Lo que no cambia es el lema de los catalanes en cuyos carteles exhiben el día de la mujer trabajadora en 25 idiomas pero no figura el castellano. Somos un país bananero y esto no se entiende que si 40 millones hablan español, ¿qué quiere usted reivindicar si no le comprenden? Esas cosas solamente pueden ocurrir aquí que somos más papistas que el Papa. En cambio en la Comunidad de Madrid, en donde hay libertad, podremos objetar ante la Educación para la Ciudadanía.  Ahora que habrá que moderar el consumo de sal que al parecer no es buena, regaremos con aceite de oliva nuestras comidas y reivindicaremos lo español; el cocido, la paella o las lentejas de la abuela.  En el fondo no sé cuántos grupos de niños hay en esta España nuestra. Podíamos haberle dicho a Zetapé que hablara de la generación Nocilla versus la generación de la Niña a ver si la gente de la ESO lo ‘pilla' y votan correctamente.  Lo que sí veo es que la niña Rosa, la Díez, pa más señas, no aparece en ningún lugar. Ha puesto su carné de identidad a disposición de propios y ajenos a ver si alguien la recuerda que dicen que la distancia es el olvido, y ella, está muy lejos de ser recordada.

Cuando cojan la sábana naranja de metro y medio y se disponga a buscar a los candidatos que prefieran, túmbense enca, que seguro que caben y busquen, busquen, a ver si entre los antitaurinos, los verdes, los azules y los grises, encuentran a la niña de una puñetera vez. Cuando quieran doblar ese mantel, pídale a su vecino que coja de los dos extremos y que le ayude que para meterlo en el sobre, va a tener que ir media hora antes… Luego que si el medio ambiente, el cambio clático y los árboles. ¿Cuánto papel se ha desperdiciado con el ‘No es lo mismo' y con ‘Las ideas claras'? El resto, como no tienen nada claro y saben que no es lo mismo, no se anuncian y hala, a rezar a ver si alguien se equivoca poniendo la cruz como en la quiniela. El país está que arde, la crisis del ladrillo se deja notar, el desempleo ha subido, los huevos, ¿qué me dice de los huevos? Ni una triste pincho de tortilla se podrá comer sin que le duela el estómago, ya lo decía Mariano, los huevos, ¿y de los huevos fritos? ¿los recuerda? Vaya manjar señores…. Rajoy no quiere ver al niño en su investidura así que como no te ‘ajunto' no vengas a mi cumple… y a freír morcillas, digo, huevos.

Ante los ‘ciudadanos en blanco', los del ‘yorompo', y todas las plataformas contra el Niño, que en este caso, no es huracán, es Zapatero, no sé cómo va a salir esto. Sean demócratas, vayan a votar y consideren que un papel más o uno menos, puede hacer que el país cambie de rumbo. Unos 180.000 inmigrantes, la mayoría latinos votan en estos comicios, los niños que tenía catorce hace cuatro, también, y seguos creciendo, niños y niñas en este país de charanga y pandereta. Al menos aquí nos podemos morir tranquilos. En Francia, el alcalde de Sarpourenx prohíbe morirse en su municipio a sus ciudadanos, ya que no hay sitio en el camposanto. Llamaré a Sarko para que se les haga un hueco en París, que como bien vale una misa, a lo peor, les dejarán ver el cielo como pasa en Madrid al son de una de las canciones de Carla y así, al menos, tienen un entierro de prera. ¿Alguien tiene su últo elepé?

En fin señores lectores, como dicen los castizos, cuidado que no me lea Más que me pega, de Madrid, al cielo, pasando las urnas. Feliz viaje señores, vayan al colegio, vean en dónde se sientan los niños y niñas de este santo país y recen hoy para que la vida les ilumine y lleguen a ser, hombre y mujeres del mañana. Los niños y las niñas, yo solía decir los niños solamente pero como ahora todo es distinto, sigamos la corriente del destino. Victoria o el huracán el Niño, usted decide. Nos quedan cuatro años delante, recuerden.

ANA DE LUIS, DIRECTORA ¿QUÉ DICEN?

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