…y en eso, Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, se subió al atril, colocado al efecto en el salón Real del Casino de Madrid y le bastaron poco menos de media hora para desgranar una intervención que nadie puede dudar que era su programa electoral para la candidatura de 2012, y todo ello dominando la escena y manejando las claves de la comunicación como nadie.
Hacia tiempo que no se escuchaba en la capital del Estado un discurso tan atractivo, novedoso, brillante y claro como el que pronunció el regidor municipal. Lo hizo sin aspavientos, conocedor de todas las técnicas de la comunicación que son exigibles a un líder y con una sobriedad que viene a decir que el personaje no deja nada a la provisación.
Expectación natural o convocada. Hacia mucho tiempo que el viejo palacio de la calle de Alcala, sede del Foro ABC, no convocaba en el interior y en exterior, tal cantidad de comensales, curiosos y medios…muchos medios…todos los medios. Y no defraudó.
El PP ya tiene a su líder natural y para ello Gallardón no tuvo que entrar en populismos con mensajes feministas ni igualitaristas. Bajo un "vengo a hablar de gestión y administración de la cosa pública", el edil madrileño, en presencia de Aguirre y Rajoy, hilvanó un discurso que merece la pena leer y que recordaba el pronunciado Nicolas Sarkozy en mayo de 2007 (hace exactamente un año) y que hoy todavía es recordado los franceses como histórico.
No dejó ningún asunto tratar y todos ellos fueron abordados desde un prisma distinto y novedoso al que viene siendo habitual en la fauna política española. Presentó sus credenciales para ostentar la candidatura a las Generales de dentro de cuatro años y lo hizo francamente bien.
La política es exactamente lo que hizo Ruiz Gallardón: ofrecer ideas nuevas y enfoques distintos y no entrar en circunloquios y banalidades con tono mesiánico y aire mitinero. Le saldrá bien o mal la jugada y le acusaran de haber endeudado Madrid hasta el siglo que viene, de renegar de las victas del terrorismo y de haber matado a Manolete, pero todo eso serán cosas de Federico. Hoy, hoy, el centro derecha español ha encontrado a su Sarkozy.
Carlos Díaz Güell es vicepresidente ejecutivo de Serfusión