Hace unos días que nos preguntamos dónde están los sindicatos en esta crisis. Hoy nos cuestionamos sobre el lugar en el que habita el gobierno. Le suponemos ayer tarde frente al televisor. Por fin una buena noticia. Cuatro goles a Rusia, mejor que en los viejos tiempos del general cuya placa en el Palacio de la Moncloa, como el reconstructor del palacio, ha sido tapada. Sin embargo el gobierno, el de hoy, practica algunos vicios silares al de otros tiempos. El prero es el del aislamiento exterior. La últa prueba la hemos tenido este pasado fin de semana, cuando el presidente Zapatero, sacudido de su modorra la actitud de Trichet, salió de casa para poner a caldo al dueño del dinero y de la política económica europea. Ahora nos metemos con Trichet que anuncia una subida de tipos. Pero hoy tenemos la inflación, dejada temprano a las puertas de Palacio como si fuera leche fresca, recién ordeñada. Ese es el mensaje de Europa: mientras los precios sigan subiendo, los créditos serán más caros, para evitar que los préstamos se pongan a un 18 ciento. Esto es lo que debe explicar ZP. De momento envía señuelos a la opinión pública, para que distraiga con los disparates de Aído, con el teléfono para maltratadotes, o con los goles de la selección, que ya sólo faltaba un desastre en Austria para coronar esta depre. Noqueado la crisis, a Zeta se le ha borrado la sonrisa, y eso le cuesta salir de casa.
ALFREDO URDACI, PERIODISTA