El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se convierte en el mesías de la prensa escrita francesa. Se ha comprometido a asumir responsabilidades para garantizar la salud económica de la prensa escrita, un sector que sufre la crisis tanto como en España. Así lo ha anunciado esta mañana en el Elíseo durante la apertura de los 'Estados generales de la Prensa'. ¿Sería esto posible en España?
Juan Luis Cebrián ya apuntó en el Foro de la Nueva Comunicación que en Francia, Nicolas Sarkozy, siempre había alabado a la prensa y destacado su tancia para la sociedad, pese a que haya recibido tantas críticas parte de este sector, cosa que se ha vuelto a constatar con la frase del francés: ‘Lo que es malo para la prensa es malo para la democracia'. Cebrián afirmó entonces que le gustaría oír parte del Gobierno español un halago semejante, aunque no esto recibir un trato de favor, o eso dijo, ya que la independencia de la prensa es el principal garante de su objetividad.
¿Podría España procionar a la prensa ayudas de este tipo? Lamentablemente la economía no está para esos trotes, y de todos modos ¿qué clase de perro guardián que vigila al Estado es aquel que es alentado el propio Estado?.
Tanto Fernando González Urbaneja, presidente de la APM, como el ya citado Consejero delegado de Prisa, coinciden en que las empresas de prensa deben ser rentables, para así garantizar su independencia. Algo que el presidente galo también comparte, resaltó que la prensa es un producto económico que obedece a la ley de la oferta y la demanda, lo que, la mejor manera de garantizar su independencia es ser rentable. Sólo que Sarkozy le dio una vuelta más diciendo ‘Por este motivo, no puede dejarse solamente a las fuerzas del mercado'. Actualmente el Estado francés emite subvenciones de apoyo a los medios valor de 283 millones de euros. Para los sindicatos esta financiación es un intento parte de Sarkozy de favorecer los negocios de sus amigos editores y volver a controlar la prensa.
Según el francés, la crisis del sector, que es a nivel mundial, es una crisis ‘muy francesa' los elevados costes de presión y difusión, la debilidad de la red de distribución, la falta de financiación de las empresas de prensa y la pérdida de lectores. Además, pidió a las numerosas personalidades del mundo periodístico reunidas en el palacio presidencial no caer en la fatalidad sobre la baja difusión ni sobre la debilidad de la presencia gala en los grandes grupos multedia.
Hizo una apuesta firme la prensa escrita tanto en papel como en Intet ‘sobre papel o en Intet, creo en el futuro de la prensa escrita, en la necesidad del análisis y de la investigación' Eso sí, de pago, ya que según Sarkozy ‘La gratuidad es la muerte de la prensa escrita'. Considera que es una locura creer que la publicidad financiará un día toda la información. Analizó también exhaustivamente a la prensa digital, que según él no ha encontrado todavía su modelo económico, pero es un horizonte para parte de la prensa.
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