Estamos en crisis, ya nadie lo niega. Final de mes, tensión, nos apretamos el cinturón al máxo, evitamos y retrasamos la revisión de nuestro vehículo y nuestro estado mental va de mal en peor. Es una realidad que afecta inevitablemente a nuestra conducción y también al estado de nuestro coche. Y es que la situación financiera repercute en la salud mental y provoca un aumento de casos de estrés, depresión y desórdenes mentales. Así lo señala la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan.
Esta idea ha sido apoyada el catedrático de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia, Luis Montoro, durante la presentación de la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL), la crisis afecta a la conducción y especialmente al aumento de la accidentalidad.
Neumáticos, frenos, amortiguadores, airbags… Todos son elementos que necesitan de una revisión periódica. Una puesta a punto que con la crisis se retrasa debido a la necesidad de ahorro de las familias españolas. Así lo constaba el presidente de FACONAUTO, Antonio RomeroHaupold, durante la presentación de una serie de medidas de remodelación del actual Plan Vive. Aún así, confirmaba que los concesionarios conseguían en parte seguir adelante gracias a la postventa. Y es que mientras que unos buscan ahorrar y retrasar tanto las revisiones, otros intentan que su coche aguante lo máxo posible antes que tener que optar a la compre de un vehículo nuevo.
Igualmente hay que tener en cuenta el estado de las carreteras. Llegan las lluvias y pronto las nevadas. Y es precisamente durante esta época del año cuando la revisión o cambio de los neumáticos es más que aconsejada.
Frente a esta premisa económica está la sanitaria. Y es que el entorno social y su estado de áno influyen en el conductor más de lo que parece. Llegan las prisas llegar al trabajo y nos encontramos enfurecidos ante la situación en las que nos encontramos. Además, ‘nos desconectamos de la realidad y nos resulta más difícil poner atención en la carretera'.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que las personas que sufren ansiedad o depresión suelen estar bajo medicación, que en la mayoría de los casos, aconseja no conducir debido a las consecuencias que estos medicamentos tienen en nuestro estado de reacción y el estado de somnolencia que suelen conllevar.
El número de fallecidos en las carreteras españolas ha disminuido. Sin embargo, la actual situación financiera no ayuda a ello. Sí lo hacen en cambio la actual reforma del Código Penal, la mayor concienciación vial de la sociedad y los avances tecnológicos y en materia de seguridad de los vehículos. De hecho, los últos datos facilitados la Dirección General de Tráfico sitúan en 3.823 las personas fallecidas en accidente de tráfico en el año 2007. Por cuarto año consecutivo los muertos en accidente ha descendido, alcanzando un descenso acumulado de casi el 30%. 1.576 muertos menos que en 2003. y 4'3 muertos diarios menos que 2003.
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