El Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha una nueva campaña publicitaria contra la violencia de género. La campaña quiere transmitir que, aunque los malos tratos ocurran dentro de una casa, están a la vista de todos.
A través de una metáfora visual con un tratamiento artístico, al estilo de una instalación, la idea muestra la opresión que siente una mujer vícta de los malos tratos: un puño de hombre entra en ese espacio pequeño y cerrado, oculto, que es el hogar de una mujer.
El hecho de utilizar una casa de muñecas abierta, invita a descubrir lo que ya sabemos: que los malos tratos, aunque ocurran en una casa, están a la vista de todos, es como si ocurrieran frente a todos. Por eso, es posible no verlos y no tomar conciencia de ellos para hacer lo que la vícta no hace: denunciarlos.
Así, la casa abierta propone al espectador la entrada en ese mundo sórdido para que conozca muy de cerca el problema, se movilice y reaccione denunciando, un paso fundamental para cambiar esta realidad.