Cada vez son más los quieren instalar faros de xenón que atan mayor visibilidad. Sin embargo, Sernauto advierte que su instalación ilegal puede ser peligrosa.
Tal y como señala la Asociación Española de Fabricantes de Equipos y Componentes para Automoción (Sernauto), está prohibido convertir un faro de halógeno en un faro de xenón. De hecho, en Europa sólo está permitido el montaje de sistemas completos de faros de xenón homologados conjuntamente con correctores del alcance luminoso y un sistema lavafaros (normativa según reglamento ECE R48 y § 50 STVO, párrafo10).
La asociación afirma que cada faro obtiene su homologación junto con la fuente de luz (halógena o xenón) con la que funciona. Si se cambia la fuente de luz una no homologada o que no está conforme con la homologación, esta se inhabilita y tanto la homologación del vehículo. Ante el aumento de las ventas de faros ilegales, Sernauto asegura que aquellas empresas que vendan dispositivos de iluminación no homologados también serán responsables ante posibles demandas daños y perjuicios, ya que en la venta no sólo se asume la garantía sobre el producto, sino que en determinadas circunstancias también se es responsable sobre los daños de forma ilitada.
Y es que mediciones realizadas Hella han demostrado que la distribución de luz de un faro halógeno al que se ha montado una lámpara xenón nunca se corresponde con los valores calculados originalmente. De hecho, en reflectores tradicionales se midieron valores de deslumbramiento que superaron más de 100 veces los máxos admisibles, además de carecer del límite clarooscuro. Un hecho que sin duda alguna plica poner en peligro la seguridad de los demás conductores.