El uso del botox sólo está legalmente autorizado para administrarlo como producto estético en la zona del entrecejo según ha afirmado con rotundidad a prsalud el presidente de la Comisión Científica del Colegio de dentistas de Navarra, Francisco Cardona Tortajada, después de que el Conejo General de Colegios oficiales de dentistas presentaran públicamente varias restricciones al respecto de su uso en distintas partes del cuerpo.
El CGCOD aborda periódicamente temas de salud que afectan a sus asociados, y el últo de ellos ha sido el uso estético de las infiltraciones de toxina butolínica (botox). Con esta sesión los expertos han querido, un lado, recordar a la población los riegos de las infiltraciones de esta sustancia en los labios y, otro, advertir a los odontólogos de que no pueden hacer uso de ella.
En este sentido, Cardona ha señalado que la Agencia Española del Medicamento ‘publica en un documento oficial que el único lugar aprobado para usarlo como medicamento estético es en el entrecejo'. Asismo, recuerda que esta toxina tiene además otras aplicaciones médicas para abordar el estrabismo, la hipersudoración o algunas espasticidades, ya que el producto permite relajar el músculo.
Además, Cardona recalcó que el momento ‘no se conoce ninguna muerte relacionada con el uso estético' de la toxina, pero se trata de un producto muy fuerte que sí ha ocasionado algún falleciento, especialmente niños, en su uso para tratar otras patologías.
¿Qué relación existe entre el botox y los odontólogos? La alerta ha saltado en el Consejo General de Colegios Oficiales de Dentistas después de que se hayan publicado unos cursos de medicina u odontología estética en los que el temario incluye una explicación acerca de cómo aplicarlo en el labio, algo que, según Cardona ‘está prohibido'.
Este médico estomatólogo recuerda que los odontólogos actualmente ‘no son médicos' y que su área de trabajo se reduce a los dientes, la boca y los añejos a ésta como labios, pómulos, mejillas, lo que ellos ‘no pueden administrarlo en el entrecejo' que esta parte de la cara ‘no se encuentra dentro de su aplicación legal'.
Frente a las advertencias del Consejo, la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), ha aclarado que esta sustancia no es tóxica y que prueba de ello es el éxito de la práctica totalidad de las intervenciones realizadas en 2008. Además, señala que no se trata de una toxina nociva ya que su uso terapéutico es anterior al estético.
Ante este cruce de acusaciones, Cardona resalta que la Agencia Española del Medicamento ha advertido de los peligros que conlleva el uso estético de esta toxina en otro lugar que no sea el entrecejo, así como la obligatoriedad de que esta operación se realice personas preparadas y autorizadas para ello pero no odontólogos. De este modo, apuntó que en ocasiones se han administrado fármacos para determinadas patologías ‘a pesar de no estar totalmente autorizado', pero, para Cardona, cada profesional ‘debe acarrear con su responsabilidad'.
